Máquinas-herramienta que ajustan su temperatura automáticamente
Los fabricantes europeos reciben presiones para reducir el tiempo y el coste de los procesos de producción, así como mejorar la calidad de los productos. Los sistemas convencionales de control de procesos evalúan las fuerzas, vibraciones y emisiones acústicas. Estos normalmente descuidan la temperatura de la herramienta, lo que puede afectar significativamente al desgaste de dicha herramienta y a la calidad de las piezas de trabajo. Más concretamente, la fabricación de nuevos compuestos y aleaciones de alta temperatura provoca una tensión térmica elevada en las máquinas-herramienta. Si se controlara el sobrecalentamiento y evitara el enfriamiento del lubricante, se conseguiría no solo ahorrar dinero sino también proteger el medio ambiente. El proyecto «Self-learning control of tool temperature in cutting processes» (Contemp), financiado con fondos comunitarios, se puso en marcha para desarrollar un sistema de monitorización de la temperatura autoajustable conectado a una herramienta con capacidad de autorrefrigeración. Su instalación en las máquinas existentes era uno de los objetivos importantes. La plataforma autoadaptable para el control dinámico de procesos monitoriza la temperatura de la herramienta de corte en continuo, a la vez que elabora una base de datos con los parámetros óptimos del proceso. La monitorización y la comparación con las condiciones registradas anteriormente permiten una estimación precisa de las condiciones más adecuada del proceso para la pieza que se está produciendo. Esta capacidad hace que este sistema sea especialmente útil en lotes pequeños y medianos en los que una optimización prolongada puede representar un porcentaje significativo del tiempo total de producción. Se integra un sensor en el dispositivo cerrado de microrrefrigeración interna. El sistema de autorrefrigeración de la herramienta detecta los datos de temperatura y controla la temperatura en la propia herramienta conforme a los parámetros de la plataforma autoadaptable. El hecho de que el dispositivo sea cerrado le protege de la contaminación medioambiental, de la fuga de fluidos refrigerantes, y de la presencia de polvo en los fluidos. El diseño final de la refrigeración interna ha permitido un descenso en el desgaste de la herramienta del 25 % comparado con el mecanizado en húmedo, y más del 230 % en comparación con el mecanizado en seco, con una temperatura del refrigerante de 20 °C. Por tanto, se espera que la tecnología de control de la temperatura Contemp incremente la precisión y vida útil de la herramienta, así como reducir tanto el coste como el tiempo de producción. Y lo que es aún mejor, el sistema puede retractarse a las máquinas actuales.
