La función de los estrógenos en el envejecimiento
La reproducción femenina está regulada por las hormonas sexuales esteroideas y sus receptores. De entre ellas, se cree que los estrógenos ejercen funciones de protección en los sistemas esquelético, cardiovascular y nervioso. Al haber aumentado la esperanza de vida, las mujeres pasan más de un tercio de su vida en la menopausia, es decir, cuando cesa la producción de hormonas sexuales. Esto provoca inestabilidad vascular y problemas óseos y urogenitales, así como psicológicos. Una forma habitual de tratar la menopausia y sus efectos consiste en la administración de terapia de reemplazo hormonal (TRH), cuyos beneficios y riesgos siguen estando, no obstante, poco claros, pues ofrecen resultados clínicos contradictorios. Los socios del proyecto EWA («Estrógenos y envejecimiento femenino») se propusieron estudiar la fisiología del envejecimiento femenino, prestando especial atención a las terapias adecuadas para el tratamiento de los trastornos asociados con el envejecimiento femenino y el período postmenopáusico. Revisando la investigación básica en el campo de las hormonas sexuales esteroides, y en particular los estrógenos, los socios del proyecto concibieron modelos celulares y animales para estudiar los efectos de los estrógenos y otros compuestos estrogénicos en mamíferos hembras jóvenes y de edad avanzada. Más concretamente, investigaron el efecto a largo plazo de compuestos a base de estrógenos en los órganos reproductivos y no reproductivos. Por otra parte, estudiaron a fondo la actividad antiinflamatoria de los estrógenos en las patologías asociadas con el envejecimiento femenino tales como diabetes, neurodegeneración y úlceras cutáneas. Los resultados del proyecto EWA facilitan información importante sobre la función que desempeñan los estrógenos en muchos órganos y sistemas durante el envejecimiento. Los datos recogidos apoyan firmemente la administración de TRH a mujeres menopáusicas para prevenir problemas relacionados con los huesos, los vasos sanguíneos, la piel y el cerebro.