Sensores de CO2 sumergibles
La mitad del pescado que consumimos procede de viveros. Europa es uno de los principales productores en este sector tan competitivo. Las emisiones de gases de efecto invernadero, culpables del cambio climático, plantean también un riesgo para el futuro de la acuicultura. Se desconoce de qué manera los peces reaccionarán ante concentraciones cada vez más elevadas de dióxido de carbono (CO2) disuelto en nuestros océanos y lagos. El objetivo del proyecto Optoco2fish («Desarrollo de un sensor optoquímico de dióxido de carbono para aplicaciones de acuicultura y oceanografía») fue el de investigar el impacto potencial del incremento de estas concentraciones sobre la salud de los peces. Además se dedicaron fondos europeos al desarrollo de un sensor capaz de detectar con precisión CO2 disuelto en agua marina. Las diversas especies de pez más comunes en la acuicultura fueron expuestas a concentraciones altas de CO2, condición denominada hipercapnia. Una exposición breve ejercía efectos limitados, pero una exposición prolongada resultaba gravemente dañina para los peces, incluso mortal en muchos casos. A raíz de la vulnerabilidad constatada se puso en marcha una campaña de medición. Con ella se pretendía determinar la variación en la concentración de CO2 disuelto entre distintos modelos de acuicultura —como el empleo de jaulas, estanques y sistemas de flujo continuo— y entre especies ictiológicas. De este modo se pudieron determinar combinaciones en las condiciones que acarreaban un riesgo elevado. En lo relativo a crear un sensor de CO2 en línea capaz de tolerar las condiciones de un entorno de agua marina, el equipo de Optoco2fish centró sus esfuerzos en la elaboración de membranas sensibles. Realizó experimentos con distintas combinaciones de tintes, matrices poliméricas y recubrimientos protectores. Seguidamente se seleccionaron los candidatos más prometedores para someterlos a pruebas de campo. También se deben resolver ciertas cuestiones relativas a la fabricación y calibración, para que el sensor constituya realmente una solución viable para aquellos criadores que pretendan realizar un control continuo del CO2. El sensor suscitará también el interés de los oceanógrafos de cara al estudio de los efectos del cambio climático en los océanos de la Tierra.