La estrategia de invasión de las bacterias
Las moléculas responsables de esta acción se denominan adhesinas. Gracias a una investigación reciente se ha descubierto en bacterias Gram negativas una nueva familia de estas proteínas, denominadas adhesinas autotransportadoras triméricas (TAA). Este grupo de bacterias incluye numerosos patógenos, entre los que se encuentran Escherichia coli y otros microorganismos del tracto digestivo. La organización molecular de las TAA sigue algunas reglas estructurales sorprendentemente sencillas. Estas proteínas poseen una cabeza y un tallo compuesto por diferentes piezas que pueden variar o repetirse, y que probablemente hayan evolucionado para permitir un acoplamiento específico al huésped. El objetivo del proyecto europeo Trimbat («Autotransportadores bacterianos triméricos»), recientemente concluido, consistió en investigar la estructura y las propiedades bioquímicas de la familia TAA. Teniendo en cuenta que la formación de una plataforma de aterrizaje y adhesión estable resulta clave para el éxito de la invasión, un conocimiento detallado de la iniciación de este proceso y de su estructura favorecería el desarrollo de fármacos y vacunas contra la infección. El equipo del proyecto Trimbat partió del análisis de la proteína YadA, fusionada a cuatro tallos de longitud diferente. De acuerdo con la naturaleza modular de la plataforma de invasión, posteriormente se eligió una variedad de cabezas, entre las que se incluyeron el epítopo Cherry y la proteína de unión a maltosa (MBP). Los investigadores diseñaron y expresaron con éxito TAA híbridas con el objetivo de estudiar in vivo sus mecanismos y estructuras. Además, mediante la introducción de modificaciones en la MBP, se ralentizó el plegamiento de la proteína YadA, lo que permitió aumentar el tamaño de la región de la cabeza localizada en la parte extracelular de la bacteria, facilitando así el estudio de su estructura. Una vez que se conozca la estructura de las TAA en su totalidad, se diseñarán fármacos y vacunas con la configuración adecuada para prevenir la adhesión al huésped, impidiendo de esta forma los primeros pasos de la colonización. Existe la alternativa de emplear moléculas superadhesivas obtenidas mediante ingeniería genética allí donde sean necesarias, lo que podría facilitar el anclaje de bacterias beneficiosas.