Biocompuestos innovadores para aplicaciones estructurales
Los materiales de compuestos poliméricos constan de un mínimo de dos elementos: un material a granel también conocido como «la matriz», y un refuerzo normalmente fibroso. El desarrollo de estos compuestos tiene como objetivo primordial la mejora de las propiedades de cada uno de los elementos, principalmente para conseguir una mayor fuerza y rigidez de la matriz. La utilización de fibras naturales en los biocompuestos con biopolímeros termoplásticos permite obtener materiales con mejores propiedades mecánicas, de biodegradabilidad y de cara a su eliminación. Sin embargo, esta tecnología todavía no está disponible para su utilización en aplicaciones estructurales. Para abordar este tema, el proyecto «Aligned natural fibres and textiles for use in structural composite applications» (NATEX), financiado con fondos comunitarios, se centró en el desarrollo de materiales estructurales compuestos por fibras naturales y resinas termoestables o termoplásticas. Se prevé que los nuevos productos puedan emplearse en aplicaciones en las que actualmente se emplean materiales procedentes de recursos no renovables, como el acero, el aluminio y los plásticos reforzados. El objetivo fundamental del consorcio NATEX era el desarrollo y optimización de técnicas para modificar la superficie de la fibra, así como hilar y tejer ésta a fin de mejorar su impregnación en el polímero matriz. Asimismo, se probaron y adaptaron una serie de métodos de procesamiento de resinas y tecnologías de unión de componentes con el fin de mejorar la compatibilidad de los polímeros con fibras naturales. El proyecto también ha logrado la preparación y caracterización satisfactoria de innovadores tejidos en dos y tres dimensiones a partir de mezclas de fibras naturales y termoplásticas. El procesamiento de los biocompuestos termoplásticos permitió reforzar las propiedades mecánicas de los materiales generados, así como incrementar sus posibilidades de utilización en aplicaciones estructurales. Se prevé que los productos NATEX sean capaces de competir en aplicaciones industriales, incluidos sistemas de energía y automoción, aplicados a la construcción de maquinaria agrícola y de buques.