Nuevas aplicaciones de las células madre en el corazón
El empleo de células madre en el tratamiento de enfermedades degenerativas potencialmente mortales supone una nueva esperanza para la obtención de terapias y curas para enfermedades cardíacas. El reciente descubrimiento de la presencia de células madre cardíacas (CMC) en el corazón de mamíferos adultos, incluidos los humanos, ha estimulado el desarrollo de un nuevo y apasionante campo de la biología cardíaca. Estas células residentes se auto-renuevan y son clonogénicas (capaces de reproducirse). Además, en pruebas realizadas en ratas han mostrado un significativo potencial regenerativo. Sin embargo, a pesar del rápido progreso, son muchas las cuestiones pendientes antes de que las células madre cardíacas adultas puedan ser plenamente aprovechadas. El proyecto CSC Phystress, financiado por la Unión Europea, está investigando las interacciones entre las células del músculo cardíaco (miocitos) y las células madre cardíacas en respuesta al ejercicio. La identificación de factores reguladores del destino de las células madre cardíacas resulta vital para el diseño de mejores protocolos e intervenciones para la regeneración del músculo cardíaco tras una lesión. Recientes investigaciones han demostrado que, en los ratones, el ejercicio juega un papel clave en la activación de las CMC y en la formación de nuevos miocitos. El proyecto trata de determinar si a partir de las CMC se generan directamente nuevos miocitos en el corazón adulto de ratón. Para aceptar o rechazar esta hipótesis, el equipo del proyecto está empleando un método de laboratorio denominado array de expresión génica. La obtención de esta información fundamental sobre la biología de las células madre será útil para manipular el potencial regenerativo de estas células y para optimizar las terapias celulares de cara a la regeneración del músculo cardíaco. Esta investigación tiene importancia científica y clínica, y persigue planificar y diseñar protocolos e intervenciones para el tratamiento de la enfermedad cardíaca, particularmente cuando otros medicamentos o terapias hayan fracasado. Los ensayos llevados a cabo tanto en el laboratorio como con ratones vivos están ayudando a determinar el efecto del ejercicio en la regeneración de las células madre. El equipo también está investigando la reacción del corazón al ejercicio, así como si éste sufre algún tipo de degeneración al interrumpir su práctica continuada. Hasta el momento, el proyecto ha obtenido nuevos datos que redefinen la adaptación del corazón al estrés fisiológico. Las investigaciones han evidenciado que la práctica continua de ejercicio de intensidad controlada en ratas y ratones adultos fomenta una mejora en el músculo cardíaco, así como la formación de capilares. En otras palabras, el equipo ha demostrado por primera vez que la práctica de ejercicio activa la capacidad regenerativa innata del corazón adulto. Estos resultados implican que el ejercicio, que forma parte de los programas integrados para el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares, debería recibir más atención en la práctica clínica diaria. La identificación de los factores que controlan la auto-renovación y la diferenciación de las CMC podría permitir el diseño de una combinación de factores de crecimiento que activasen estas células regenerativas in situ. Basándose en estos conocimientos, los investigadores serán capaces de desarrollar nuevas terapias de gran potencia para los pacientes que hayan sufrido una lesión cardíaca.