Iniciativa contra el perejil gigante
El perejil gigante alcanza una altura media de cinco metros y produce una savia tóxica que puede provocar fuertes erupciones cutáneas con ampollas e incluso ceguera. Además, se reproduce con mayor rapidez que muchas plantas autóctonas y las desplaza, de forma que daña los ecosistemas y reduce el número de especies que estos pueden albergar. Se trata de una planta invasora introducida originalmente en jardines de Europa como planta ornamental en el siglo XIX, pero en la actualidad está extendida por terrenos baldíos de toda la UE. El proyecto «Giant alien» se creó para combatir el perejil gigante y frenar su expansión mediante una estrategia de gestión segura desde el punto de vista medioambiental. Se hizo especial hincapié en elaborar estrategias sostenibles, posiblemente recurriendo a métodos de control biológico con sus enemigos y competidores naturales. Para frenar la expansión de esta planta o erradicarla por completo es fundamental comprender su biología y sus mecanismos de reproducción y para ello se estudian los factores que influyen en la ecología, la biología, las características poblacionales y el ciclo de crecimiento del perejil gigante. En la República Checa y Alemania se llevaron a cabo estudios botánicos que revelaron que esta planta presenta una elevada densidad de plántulas y una baja mortalidad que permite un rápido crecimiento poblacional. El perejil gigante procede del Cáucaso, siendo sus hábitats más favorables los terrenos alterados por efecto de actividades humanas, a los que suele restringirse. Es capaz de polinizarse por sí sola y produce miles de semillas viables que son dispersadas bien por el viento, bien al adherirse a los neumáticos de vehículos, prendas de ropa o la piel de animales. Las plántulas germinan al principio de la primavera, antes de que aparezcan las especies autóctonas, y aumentan en tamaño y número con rapidez, de manera que ensombrecen al resto de especies y consiguen captar más luz que éstas. Los socios del proyecto reunieron las mejores prácticas en directrices dirigidas a autoridades municipales y propietarios de terrenos para que puedan controlar el perejil gigante y otras malezas invasoras. Estas directrices ayudan a identificar esta planta y a eliminarla, tratando al mismo tiempo de evitar la confusión con plantas autóctonas de aspecto similar y la destrucción de éstas por error. El control del perejil gigante y de otras plantas invasoras sirve para proteger los ecosistemas vulnerables y conservar las especies autóctonas de flora y fauna. Por último, la labor de «Giant alien» servirá para prevenir las lesiones que causa el contacto con las toxinas producidas por esta planta.