La evaluación precisa de riesgos de corrimiento de tierra
Los corrimientos de tierra se encuentran entre los efectos secundarios más habituales de los terremotos y causan graves destrozos en las poblaciones y las infraestructuras, y a menudo también se cobran vidas. A pesar de que no se pueden controlar estos desastres naturales, los investigadores están intentando desarrollar sistemas de alerta efectivos y, lo que es más importante, fiables, basados en la comprensión de los procesos que desencadenan los corrimientos de tierra. Más en concreto, se comparan los cálculos obtenidos por medio de simulaciones con los datos empíricos recogidos por los sistemas de control de las deformaciones de la corteza terrestre para poder definir los lugares susceptibles de sufrir desastres naturales. El consorcio del proyecto OASYS desarrolló un sistema de observación multidisciplinario con este fin. Se instaló una red de estaciones de GPS (sistema de posicionamiento global) para identificar las zonas activas y se completó con datos obtenidos mediante sistemas de teledetección de alta precisión (datos de satélites y fotografías aéreas). La principal contribución de los datos obtenidos mediante estos sistemas fue la de delimitar los factores que pudiesen estar relacionados con los corrimientos de tierra, como la inclinación del terreno, las fallas geológicas o la vegetación y el uso de la tierra. Sin embargo, un sistema de alerta debe ser capaz de anticipar los corrimientos de tierra con la mayor rapidez y precisión. Ello implica que no sólo es necesario hacer un seguimiento de las deformaciones de la corteza terrestre, sino que éstas se deben medir, registrar y volcar en un sistema de alerta en tiempo real. Las mediciones con GPS se utilizaron para controlar aquellas zonas propensas a sufrir corrimientos de tierra, mientras que los desplazamientos se midieron mediante el sistema de monitorización de los Georobots, que aportó datos en tres dimensiones y en tiempo real. Este sistema puede servir para detectar objetivos de forma automática y recoger información sobre los movimientos en bloque y sobre los límites entre zonas estables e inestables. El sistema automático de monitorización de los Georobots se compone de una estación base, puntos de referencia, puntos objetivo, maquinaria y programas informáticos. Las mediciones en tiempo real de las deformaciones se transfirieron a los ordenadores de la estación central, donde se aplicaron modernas herramientas de análisis para evaluar los cambios en la zona que se estaba desplazando. Toda la información recogida se pudo procesar con un sistema de evaluación de riesgos de corrimientos de tierra basado en el conocimiento, también llamado de lógica difusa. Finalmente, se posibilitó la toma de decisiones en función de la cual se puede informar a la población afectada de si se debe proceder a la evacuación de la zona.