Tratamiento antienvejecimiento para células T
El descubrimiento de agentes que retrasen el envejecimiento o la senescencia celular es un aliciente atractivo. No solo será muy provechoso, sino que también revolucionará el concepto de senectud y fragilidad. Con suerte, envejeceremos sin enfermedades que sean resultado de células senescentes y que funcionan mal. El proyecto T-CIA, financiado con fondos comunitarios, centró sus esfuerzos en el envejecimiento de las células T. Estas células son muy importantes en el sistema inmunológico humano y se convierten en específicas para un objetivo o antígeno molecular, una vez que se exponen al invasor. Por tanto, forman parte del sistema adaptativo de la inmunidad y son importantes a la hora de hacer frente a las células cancerígenas y virus. El equipo del proyecto de la Universidad Trent de Nottingham llevó a cabo ensayos con varias estrategias de tratamiento del envejecimiento o senescencia en células T cultivadas in vitro. Las variables o los indicadores de senescencia medidos fueron los niveles de lesiones de ADN, el periodo de vida en cultivo y la capacidad para dividirse o proliferar. Una menor tensión de oxígeno y la adición de un antioxidante, la superóxido dismutasa, indujeron los mismos efectos sobre las células cultivadas. En ambos casos se vieron reducidos la capacidad de proliferación y el periodo de vida. Asimismo, el daño del ADN se redujo en las dos pruebas. Se ha especulado con la idea de que estos datos son resultado de un efecto de un cambio general del equilibrio redox de la célula. Esto podría afectar a las vías celulares mediadas por especies de oxígeno reactivo (ROS). Una de éstas es la vía MAPK, que es responsable de la activación de la división celular. Los socios del proyecto han previsto seguir con la investigación sobre la base de estos resultados para comprobarlos. El objetivo primordial es ofrecer terapias para el envejecimiento a nivel celular.
