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Physical frailty and loss of functional independence in old age : determinants and adaptations to physical activity (BETTER-AGEING)

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Deterioro muscular y ejercicio físico en personas mayores

La fragilidad musculoesquelética es el factor que limita la movilidad, el equilibrio y la resistencia entre las personas mayores. Por tanto, se antoja necesario realizar mayores esfuerzos para comprender y mitigar el fenómeno de la fragilidad para mantener la calidad de vida.

El proyecto BETTER-AGEING investigó las causas de la fragilidad y evaluó los beneficios de un programa de ejercicio físico para los más mayores. El proyecto evaluó la función neuromuscular en personas mayores, dado que una de las características del envejecimiento es una reducción de la masa y la fuerza muscular. El deterioro de la función y del rendimiento neuromusculares con el envejecimiento pueden calcularse midiendo la fuerza máxima voluntaria de contracción (MCV). Sin embargo, esta pérdida de fuerza depende de los grupos musculares. El proyecto investigó los efectos de un programa de fortalecimiento físico de seis meses para los principales grupos musculares que rodean el tobillo. Aunque un programa de ejercicio físico en la vejez resulta muy eficaz para recuperar la fuerza, no parece que mejore la actividad flexora de los músculos. Se observó que los músculos se deterioran en adultos mayores, lo que indica que este cambio podría vincularse a fenómenos degenerativos. También se evaluó la plasticidad de las propiedades elásticas de los músculos en personas mayores tras un programa de fortalecimiento. El primer estudio determinó la rigidez durante la flexión planar en jóvenes y mayores. Esto era similar entre los distintos grupos de edad, lo que indica que se trata de un mecanismo adaptativo. El segundo estudio examinó las diferencias entre mujeres y hombres de edad avanzada. La mayor rigidez observada en las mujeres puede deberse a disparidades en el tejido muscular, lo que explica en parte la mayor frecuencia de caídas que sufren. El tercer estudio investigó el grado de recuperación de la función motora tras un programa de fortalecimiento de 6 meses. La pérdida de rigidez puede deberse a adaptaciones estructurales y neurales, compensando algunas de las repercusiones del envejecimiento neuromuscular. Investigaciones de esta naturaleza sobre la posible inversión de los efectos del envejecimiento sin duda mejorarían la calidad de vida de las personas mayores. La fragilidad musculoesquelética es el principal factor que afecta a la autonomía vital hasta la muerte. Por tanto, es posible evitar la exclusión social manteniendo la movilidad, la estabilidad postural, la capacidad de cuidado personal y evitando las caídas.

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