Investigación del efecto de antiguas sequías en las aguas continentales
Las aguas continentales son zonas de nidificación vitales para las aves migratorias. También revelan y almacenan señales climáticas, lo que las convierte en repositorios importantes de información ambiental histórica. Así las cosas, el cambio climático antropogénico amenaza a estos sistemas hídricos. En las aguas continentales del Ártico, la duración de la capa de hielo es cada vez más corta, mientras que las lagunas del Mediterráneo almacenan menos agua, lo que provoca sequías regionales. Se prevé que estas sequías reduzcan las fuentes de alimento en los ecosistemas acuáticos y, por ende, modifiquen las rutas migratorias de las poblaciones de aves en los ecosistemas más ricos. Por ello, los científicos del proyecto PAST, financiado con fondos europeos, han estudiado las respuestas de las poblaciones de aves a las antiguas sequías en estas aguas continentales, para intentar dilucidar cuál es la mejor forma de gestionar sus poblaciones en el futuro. «Conociendo los cambios que sufrieron estas poblaciones de aves, podemos identificar ecosistemas vulnerables», explica Inmaculada Álvarez-Manzaneda Salcedo, beneficiaria de una beca de investigación individual Marie Skłodowska-Curie en la Universidad de Granada. «Gracias a ello, los responsables políticos pueden diseñar estrategias de gestión más eficaces para mitigar los efectos negativos de las sequías, por ejemplo, restringiendo el uso del agua de los embalses para regadío, o para proteger las zonas con más probabilidades de albergar aves acuáticas afectadas por extremos climáticos», agrega la investigadora.
Ahondar en sedimentos antiguos
Álvarez-Manzaneda y su equipo emplearon métodos de paleolimnología para analizar las tendencias pasadas de cambio ambiental. Examinaron los cambios en los sedimentos de sistemas acuáticos, que actúan como reservorios de información ambiental pasada. El equipo se centró en lagunas en las que hubiera colonias de aves. Tras extraer testigos de sedimentos, los investigadores los liofilizaron y dataron, antes de procesar las muestras con diferentes métodos. A continuación, siguieron los cambios en las condiciones ambientales y la dinámica de las poblaciones de aves analizando varios indicadores indirectos, como las diatomeas, un grupo de algas unicelulares. Ello posibilita a los investigadores examinar los cambios de composición del ecosistema a lo largo del tiempo, por ejemplo, a través de la influencia de las poblaciones de aves marinas (y su guano) en los tipos de algas presentes.
Resultados destacados sobre las actividades humanas y los cambios ambientales
El equipo empleó técnicas paleoecológicas para estudiar los nidos de aves, algo que nunca se había hecho antes, lo cual proporcionó resultados muy novedosos y prometedores para la biología de la conservación. «Este nuevo planteamiento ha posibilitado reconstruir la dinámica a largo plazo de las poblaciones de aves, remontándonos a más de ochocientos años», comenta Álvarez-Manzaneda. «Estos hallazgos son muy importantes, ya que permiten utilizar los nidos como herramienta para estudiar las condiciones ambientales pasadas y las poblaciones de aves en zonas remotas donde su seguimiento es difícil». Entre una serie de resultados detallados y únicos, el equipo demostró cómo tanto las actividades humanas como las condiciones ambientales afectan de forma notable a la dinámica de las poblaciones de aves. Algunos grupos de aves soportaron inviernos duros con condiciones extremas de hielo, lo cual dificultó su acceso a alimentos y provocó descensos poblacionales, mientras que actividades humanas como la caza no regulada tuvieron graves consecuencias para determinadas colonias de aves.
Contribución a la conservación y la política
Los investigadores confían en que sus descubrimientos, así como los datos de sus estudios, tengan amplias aplicaciones para toda la comunidad científica e implicaciones prácticas para quienes gestionan los recursos hídricos y las poblaciones de aves. «Nos gustaría poder respaldar las labores para restaurar y mantener ecosistemas acuáticos como los humedales, que son hábitats fundamentales para las aves, y alentar a los responsables políticos a replantearse las cuotas de caza para evitar la sobreexplotación de las poblaciones de aves», concluye Álvarez-Manzaneda. El equipo continuará ahora sus investigaciones en Chile, las Islas Canarias y Cabo Verde.
Palabras clave
PAST, sedimentos, aguas continentales, aves, poblaciones, sedimentos antiguos, humanas, actividades, cambio ambiental