Una intervención temprana y específica favorece el bienestar mental
Cuando la pandemia de COVID-19 golpeó Europa a principios de 2020, gobiernos, instituciones e investigadores se centraron en controlar el virus, tratar a los pacientes y desarrollar una vacuna. Sin embargo, a los pocos meses surgió la preocupación por el bienestar mental de los ciudadanos. Esto inspiró el proyecto RESPOND, que se puso en marcha a finales de 2020, durante el punto álgido de la pandemia. «Había muchas cosas que en aquel momento no sabíamos sobre la salud mental y el bienestar», afirma la coordinadora del proyecto RESPOND, Marit Sijbrandij, de la VU Amsterdam, en los Países Bajos. «Queríamos ver cómo la sanidad pública abordaba estos efectos, y ver cómo podían ayudar las intervenciones tempranas».
Probar herramientas de apoyo al bienestar mental
Para ello, el equipo del proyecto colaboró estrechamente con dos intervenciones establecidas de la Organización Mundial de la Salud. La idea era adaptar estas herramientas para atender necesidades específicas y desarrollar una ayuda concreta para los grupos con mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental. La primera herramienta llamada «En tiempos de estrés, haz lo que importa», es una guía ilustrada de gestión para hacer frente a la adversidad a la que se puede acceder mediante un teléfono inteligente. La guía incluye técnicas de autoayuda sobre temas como ser amable, dejar espacio y ayudar a sobrellevar el estrés. La herramienta tiene el apoyo de breves llamadas telefónicas semanales con un ayudante. Con la segunda herramienta, denominada «Enfrentando problemas plus (EP+)», se ofrece ayuda y asesoramiento a las personas que sufren angustia. La herramienta está dirigida a aquellas comunidades que puedan estar especialmente expuestas a la adversidad. Lo imparte un ayudante no profesional formado en la lengua nativa. «Queríamos ver si estos programas podían ser utilizados por las personas de forma remota, con apoyo disponible a través de Zoom, para ayudar al bienestar», añade Sijbrandij. «Para ello adaptamos los recursos accesibles a través de lo teléfonos inteligentes».
Soluciones a distancia para reducir el estrés
Aunque la intervención de las vacunas permitió al mundo superar la pandemia, el impacto a largo plazo de la COVID-19 en la salud mental seguía sin estar claro. En este punto, el equipo del proyecto empezó a centrarse en grupos específicos que podrían haberse visto más afectados por la pandemia. Entre estos grupos se encontraban los trabajadores sanitarios en España, los refugiados y migrantes en Italia, los trabajadores migrantes polacos en los Países Bajos y las personas que vivían en condiciones precarias o sin techo en Francia. Muchas de estas personas vivían y trabajaban hacinadas y quizá aisladas del resto de su familia. «Estos grupos fueron los primeros; se les proporcionó la guía "En tiempos de estrés, haz lo que importa"», señala Sijbrandij. «Si seguían experimentando cierta angustia, se les ofrecía la EP+. La primera guía también incluyó una charla de quince minutos con un instructor una vez a la semana. Encontramos que estas intervenciones tenían éxito en la reducción de la angustia en todos los grupos».
Bienestar en las decisiones relacionadas con la salud
El equipo del proyecto también examinó en qué medida los responsables políticos tenían en cuenta la salud mental y el bienestar en las decisiones relacionadas con la salud. Esto condujo a una serie de recomendaciones, que incluyeron la importancia de centrarse en la resiliencia, la cohesión social y las intervenciones dirigidas a los grupos vulnerables. Desde entonces, las herramientas del proyecto se han utilizado en otros proyectos. Entre ellos figura una iniciativa para evaluar el bienestar mental de los refugiados ucranianos en Polonia, Rumanía y Eslovaquia, así como un proyecto sobre el estrés laboral en las pymes. «Nuestra estrategia de intervención RESPOND se ha registrado en el Portal de Mejores Prácticas de la Unión Europea», comenta Sijbrandij. «También estamos trabajando en la creación de una academia de formación para estas intervenciones escalables, lo que ayudará a garantizar que nuestras estrategias se mantengan y estén disponibles en tiempos de crisis».
Palabras clave
RESPOND, COVID-19, virus, salud, bienestar mental, vacuna