Afrontar la gobernanza ilícita en la vivienda social
A menudo, la inseguridad de la vivienda urbana conduce a asentamientos informales en la periferia de las ciudades. Estas comunidades son vulnerables a los delincuentes que controlan y extorsionan a los residentes. En lugar de aliviar esta opresión, la transición a la vivienda pública patrocinada por el Estado suele incluir el traslado de los delincuentes opresores. Financiado con el apoyo de las Acciones Marie Skłodowska-Curie, el equipo del proyecto Social Housing analiza esta dinámica y explora sus implicaciones para la sociedad y el medio ambiente.
Gobernanza ilícita
Gracias a su formación en el Centro Weatherhead para Asuntos Internacionales de la Universidad de Harvard y en la Universidad de Ámsterdam, Frank Müller, beneficiario de una beca del proyecto, elaboró un método transferible para entender la gobernanza urbana ilícita. Los estudios de campo se centraron en comunidades de viviendas tanto informales como formales de Medellín (Colombia) y Río de Janeiro (Brasil). Ante la presión medioambiental en aumento y el cambio hacia una gobernanza más autoritaria en todo el mundo, en el proyecto se ofrecen ideas oportunas. Müller expresa: «La instrumentalización del urbanismo, que afecta sobre todo al sector de bajos ingresos, ha aumentado la conciencia pública sobre la influencia delictiva». Charles Tilly sentó las bases del método de Müller en la etnografía comparada, que relacionó la creación de las guerras y la creación de los Estados. Las guerras crean la oportunidad de establecer y legitimar Estados. Del mismo modo, la delincuencia organizada crea oportunidades para la gobernanza ilícita en las ciudades. En la red de investigación Illicities se explora cómo la convergencia de actores de gobernanza lícitos e ilícitos coproduce ciudades.
Control delictivo de las comunidades
Cuando se realoja a los residentes de los asentamientos informales en complejos de viviendas estatales, los grupos delictivos organizados que los controlan van con ellos. Según el Observatorio de las Metrópolis, más del 50 % del territorio de Río de Janeiro está bajo control de milicias o grupos paramilitares. Aunque a veces hay manifestaciones visibles de este control, como las barricadas o los guardias armados, a menudo la opresión es invisible. Los guardias armados controlan servicios urbanos vitales como el transporte y el acceso al agua, la electricidad y el gas. Los grupos delictivos designan representantes y determinan a qué candidatos políticos deben apoyar las comunidades oprimidas. Intervienen en el proceso de realojamiento comprando y subarrendando las unidades e influyendo sobre quién recibirá una vivienda pública. El control delictivo repercute en la vida económica, social y política de los residentes de las viviendas sociales.
Confluencia de ambientalismo y autoritarismo
La necesidad de políticas medioambientales sólidas no podría ser mayor, pero en las comunidades controladas por bandas criminales, la protección del medio ambiente no es una prioridad. Por consiguiente, la gobernanza ilícita tiene un impacto directo en los problemas climáticos mundiales. Dado que las ciudades son creadas tanto por actores lícitos como ilícitos, el impacto medioambiental de las viviendas sociales no es un problema exclusivamente delictivo. Al igual que las comunidades controladas por la delincuencia no dan prioridad a la protección del medio ambiente, Müller traza una línea directa entre el auge del autoritarismo y la degradación del medio ambiente. Según Müller: «A la luz del grado en que los procedimientos transparentes, democráticos y respetuosos con los derechos humanos y del medio ambiente están en retroceso en todo el mundo, deberíamos estar preparados para presenciar una reacción más violenta contra los esfuerzos mundiales para mitigar los efectos del cambio climático». La comparación entre la delincuencia organizada y los regímenes autoritarios subraya la transferibilidad e importancia de las ideas de Müller. Aunque las ciudades y los Estados europeos no tienen las mismas estructuras de delincuencia organizada que influyen en las viviendas sociales, Europa (y el resto del mundo) debe protegerse contra el auge del autoritarismo y su impacto medioambiental.
Palabras clave
Social Housing, gobernanza ilícita, autoritarismo, delincuencia organizada, Illicities, impacto medioambiental, vivienda urbana, Charles Tilly
