Una avanzada tecnología química transforma los residuos plásticos no reciclables en productos químicos valiosos
Cada año se generan en Europa unos 18,5 millones de toneladas de residuos plásticos, de los que aproximadamente el 70 % no se recicla por razones técnicas y económicas. En cambio, una parte importante acaba en el vertedero (27 %) o se incinera (42 %). Esto repercute negativamente en el medio ambiente y socava las opiniones de la sociedad sobre la gestión de residuos, la industria de productos de consumo y los esfuerzos políticos. El equipo del proyecto iCAREPLAST, financiado con fondos europeos, pretendía abordar estos acuciantes problemas de gestión de residuos plásticos en Europa, aportando una solución rentable y eficiente en materia de energía para el reciclado químico y la recuperación de estos residuos. Combinando las tecnologías de pirólisis, tratamiento catalítico y membranas, el equipo de iCAREPLAST ayudó a transformar los residuos plásticos no reciclados en productos químicos valiosos como los compuestos aromáticos, que son clave para producir polímeros de calidad virgen. «Nuestro enfoque innovador reduce el impacto ambiental de los residuos plásticos evitando que acaben en vertederos e incineradoras. También contribuye a la sostenibilidad económica, creando una oportunidad de generar ingresos a partir de la venta de subproductos, como carbón vegetal, CO2 y diversos hidrocarburos», destaca el coordinador del proyecto, José M. Serra, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
La innovadora tecnología de reciclado se acerca a la fase comercial
En el centro de las actividades del proyecto estaba la validación de tecnologías críticas en varias fases: desde el pretratamiento de residuos plásticos hasta la pirólisis, el tratamiento catalítico y la separación molecular por membranas. Una parte importante de las actividades se dedicó a crear sistemas avanzados de control de por inteligencia artificial para cada unidad de procesamiento y el funcionamiento general de la planta. «Se ha conseguido un hito notable con la fabricación, instalación y prueba en un entorno industrial de unidades de tratamiento específicas en las instalaciones de Urbaser, utilizando residuos plásticos reales», señala Laura Almar, miembro del equipo del CSIC. Estas pruebas reales fueron cruciales para validar la escalabilidad y viabilidad de las tecnologías desarrolladas. Otro logro importante ha sido el desarrollo de un sistema de oxicombustión. Esta novedosa pila de combustible basada en células de óxido sólido no solo produce oxígeno puro para oxidar los gases de pirólisis, sino que también genera electricidad y un flujo de CO2 de gran pureza. Se llevó a cabo un exhaustivo análisis tecnoeconómico y un análisis de evaluación del ciclo de vida, que proporcionaron información valiosa sobre la aceptación en el mercado y la sostenibilidad económica y medioambiental del proceso iCAREPLAST. Además, los miembros del proyecto desarrollaron una herramienta para integrar indicadores de ingeniería del ciclo de vida en el control de procesos en tiempo real, lo cual permite un seguimiento y una optimización más precisos de los indicadores de sostenibilidad y productividad.
Un cambio con respecto a los métodos actuales de reciclado de plásticos
Almar señala que «a diferencia del reciclado mecánico tradicional, el cual se enfrenta a problemas económicos y de contaminación, el equipo de iCAREPLAST realiza una labor pionera al aprovechar técnicas termoquímicas innovadoras como la pirólisis y la transformación catalítica». Este enfoque ayuda a convertir los residuos plásticos no reciclados en productos químicos de alto valor, manteniendo la huella de carbono en niveles mínimos. El equipo de iCAREPLAST pretendía cerrar el ciclo de los materiales transformando con eficacia los residuos en productos valiosos. Su integración de tecnologías de captura de carbono mejora aún más su sostenibilidad medioambiental, marcando así un alejamiento notable de los procesos de recuperación de energía existentes. El equipo del proyecto prevé un prometedor aumento del 12 % en su rendimiento de líquido de pirólisis y una reducción del 45 % de las necesidades energéticas. Se espera que la iniciativa reduzca significativamente la producción de residuos plásticos en un 95 %, lo cual podría aumentar el rendimiento económico hasta en un 200 %. Además, promete una reducción sustancial de las emisiones de gases de efecto invernadero de entre el 58 % y el 76 %, llegando incluso a niveles inferiores a cero neto si se tiene en cuenta la sustitución de productos secundarios. Serra afirma: «La labor de iCAREPLAST no solo mejora la viabilidad económica del reciclado de plásticos, sino que también reduce la dependencia de los recursos fósiles primarios y apoya los objetivos europeos de reciclado de residuos. A través de las actividades educativas, también contribuye a difundir el conocimiento y cultivar el talento».
Palabras clave
iCAREPLAST, residuos plásticos, reciclado, pirólisis, productos químicos, tecnología química, industrias de transformación, eficacia energética