Hacer frente a las transformaciones en las regiones árticas
El punto de partida de FACE-IT se basa en el reconocimiento de que la biodiversidad de las zonas costeras del Ártico está estrechamente relacionada con la velocidad de los cambios en la criosfera. Los glaciares polares están retrocediendo a un ritmo cada vez mayor, por lo que estos cambios repercuten en todo el ecosistema ártico y afectan a las especies autóctonas, los sistemas tróficos y las comunidades locales. En el proyecto, que se centra en sistemas de fiordos árticos de Groenlandia concretos, así como en el archipiélago de Svalbard y la provincia de Finnmark, en el norte de Noruega, se pretende comprender y hacer frente a los problemas que plantean los rápidos cambios en la criosfera. Kai Bischof, coordinador del proyecto, explica por qué este proyecto era tan necesario: «En el Ártico es donde de verdad podemos observar los efectos del cambio climático mundial. Y donde la temperatura está aumentando cuatro veces más rápido que la media mundial. La velocidad de cambio es asombrosamente rápida y, si no actuamos, ya no habrá vuelta atrás para estas transformaciones». Bischof agrega: «El propósito de FACE-IT era comprender y hacer frente a los retos polifacéticos que plantean los rápidos cambios experimentados por la criosfera y la biodiversidad en la región».
Habitantes y visitantes
Se sabe que las especies autóctonas de la región afrontan importantes problemas derivados del cambio climático, lo que les obliga a emigrar más al norte o arriesgarse a perder por completo sus hábitats. Pero la influencia del Ártico va más allá de los impactos ambientales, ya que afecta a factores socioeconómicos como la pesca y el turismo, así como a las comunidades que dependen de estos recursos. El objetivo principal de FACE-IT era desarrollar métodos para examinar los cambios en los entornos de los fiordos árticos. El proyecto reunió a un amplio abanico de expertos de los campos de las ciencias medioambientales y las ciencias sociales, con el fin de comprender de forma exhaustiva qué determina estos cambios y cómo afectan a la fauna y flora autóctonas, los ecosistemas y el bienestar de las comunidades locales, teniendo en cuenta también aspectos como el turismo. «El turismo en el archipiélago de Svalbard ha repuntado —observa Bischof—. A medida que el retroceso del hielo abre zonas antes inaccesibles, los barcos turísticos pueden visitar zonas vírgenes, lo que provoca perturbaciones y contaminación y, además, pone a prueba la infraestructura y los servicios de rescate locales».
Un método polifacético
En FACE-IT se abordaron estos problemas complejos de varias formas, que incluyeron desde el estudio de los factores que determinan los cambios hasta la generación de conocimientos compartidos para desarrollar métodos de gestión adaptativa eficaces. Sus investigadores llevaron a cabo trabajos experimentales en el campo y el laboratorio, en los que se simularon diferentes supuestos y se expuso a organismos a cambios predichos de temperatura, intensidad lumínica y otros factores. Además, emplearon métodos de modelización para recopilar todos los datos disponibles y hacer proyecciones. «El proyecto hizo hincapié en la colaboración interdisciplinar y la cooperación internacional, lo que generó muchos conocimientos nuevos sobre el funcionamiento de los fiordos», agrega Bischof. Mientras tanto, las comunidades indígenas de Groenlandia y sus sistemas de conocimientos tradicionales se enfrentan a importantes retos, que surgen de las transformaciones de los sistemas de fiordos árticos y del aumento del crecimiento económico. Ello planteó la necesidad de involucrar a estas comunidades para hacer frente a los cambios en las fuentes de alimentos y, posiblemente, en los medios de subsistencia. El equipo del proyecto FACE-IT aportó conocimientos valiosos sobre las tendencias a largo plazo de los sistemas de fiordos árticos y elaboró recomendaciones adaptadas a regiones concretas. Su trabajo también ofrece propuestas sobre la conservación de la biodiversidad singular del Ártico, la identificación de refugios para la protección de especies y la aplicación de restricciones al acceso del turismo. Las conclusiones de FACE-IT abordan de forma directa la política ártica de la Unión Europea, fundamentan los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático y la Plataforma Intergubernamental sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas y respaldan los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, alineándose con marcos internacionales más amplios para promover un futuro más sostenible y resiliente para la región.
Palabras clave
FACE-IT, polar, cambio climático, fiordo, biodiversidad, turismo, indígena, criosfera, Ártico, ecosistema