Explorar los puntos de inflexión en el océano Ártico
Pérdida de hielo marino, aumento de las temperaturas, especies invasoras: el mundo marino del Ártico está experimentando demasiados cambios. Predecir el futuro de la biodiversidad marina es clave, tanto para los propios ecosistemas como para las sociedades locales que dependen de ellos para subsistir. Esto supone un reto debido a nuestras enormes lagunas de conocimiento, la mayor de las cuales es la falta de comprensión de los procesos biológicos que vinculan la biodiversidad a los servicios ecosistémicos, y cómo reaccionan a las presiones de la actividad humana. «Si no sabemos cómo funcionan o responden a los cambios las redes alimentarias pelágicas (de mar abierto) del Ártico, no podemos predecir cómo cambiará la productividad pesquera ni cuánto CO2 podría captarse y eliminarse en el futuro en el océano a través de procesos biológicos», explica Marja Koski, catedrática del Instituto Nacional de Recursos Acuáticos de la Universidad Técnica de Dinamarca y coordinadora del proyecto ECOTIP. En el proyecto ECOTIP, los investigadores arrojan luz sobre los ecosistemas marinos del Ártico. Esto incluye explorar los motores y umbrales de las cascadas de inflexión del ecosistema, en las que un cambio fundamental en el entorno lleva a un ecosistema a un estado diferente, así como sus consecuencias para la biodiversidad marina del Ártico.
Pasado y presente
Los investigadores recopilaron datos durante las expediciones por las costas de Groenlandia y los combinaron con datos de series temporales ya existentes para elaborar modelos avanzados. Combinaron estos datos con los registros históricos y los sedimentos prehistóricos, y desarrollaron modelos para determinar los mecanismos y las consecuencias del cambio ambiental, por ejemplo, cómo cambios sutiles en el medio ambiente pueden provocar puntos de inflexión en los ecosistemas. Mientras el proyecto sigue en marcha, el equipo ha cartografiado gran parte de la biodiversidad pasada y presente y su respuesta a las presiones externas, y ha desarrollado nuevos conocimientos sobre las redes alimentarias pelágicas y los vínculos entre el fondo marino y la columna de agua de los ecosistemas árticos. «Nuestros resultados de modelización han identificado un mecanismo para los posibles puntos de inflexión de los ecosistemas, que debe ser verificado y perfeccionado por las observaciones en las que estamos trabajando ahora», afirma Koski. Los investigadores también han estudiado los cambios en la distribución de los peces y los mamíferos marinos y cómo afecta esto a las comunidades locales. Por ejemplo, un análisis de los registros de los diarios de pesca demostró que las nuevas especies de peces y ballenas se extendieron hacia el este de Groenlandia desde el sur, mientras que los mamíferos asociados al hielo (como la morsa y el narval) se retiraron hacia el norte. Los resultados también nos han permitido comprender mejor la bomba biológica de carbono, que es una combinación de procesos biológicos que contribuyen a extraer carbono de la atmósfera, lo que revela que el zooplancton y los peces especialmente grandes son agentes de exportación y eliminación de carbono de importancia mundial.
Integrar los conocimientos locales
El compromiso con la sociedad de Groenlandia fue una parte importante del proyecto, y los conocimientos ecológicos locales contribuyeron en gran medida al resultado. El equipo está ultimando los datos y elaborando las recomendaciones políticas para ayudar en la gestión y el seguimiento futuros. El trabajo también continuará en el proyecto financiado con fondos europeos SEA-Quester, que explora el potencial de eliminación de carbono de los nuevos ecosistemas polares. «Esperamos poder aprovechar las ideas y los datos, y continuar las colaboraciones que se han establecido durante ECOTIP», concluye Koski.
Palabras clave
ECOTIP, Ártico, histórico, observaciones, servicios ecosistémicos, bomba de carbono, CO2