Revitalizar el turismo cultural europeo
El patrimonio cultural suele estar profundamente arraigado en la identidad de una región. Preservar y promover el patrimonio cultural ayuda a las comunidades locales a mantener el sentido de pertenencia a un lugar. Dar nueva vida a edificios y lugares históricos infrautilizados o abandonados puede revitalizar las comunidades y generar ingresos y oportunidades de empleo en regiones que, de otro modo, tendrían dificultades económicas. Involucrar a las comunidades locales en la conservación y promoción del patrimonio cultural les permite apropiarse de su patrimonio. Este compromiso puede dar lugar a iniciativas impulsadas por la comunidad y a un sentimiento de responsabilidad por el desarrollo de la región.
Hacia un turismo circular en toda Europa
El equipo del proyecto Be.CULTOUR, financiado con fondos europeos, se centra en los destinos remotos, rurales y menos conocidos de Europa y aspira a redefinir el turismo cultural a través de un método de economía circular. El objetivo del turismo circular es reducir el impacto ambiental negativo y promover la sostenibilidad general. Se centra en la reducción de residuos, la conservación de los recursos, el transporte ecológico y el apoyo a los productos locales. En Be.CULTOUR se ha reunido a una red de innovadores, incluidas instituciones públicas, organizaciones de la sociedad civil y empresas, para codesarrollar estrategias, herramientas y tecnologías para integrar una economía circular centrada en el ser humano en el turismo cultural. Su objetivo es regenerar y valorizar el patrimonio cultural, empoderando a las comunidades locales mediante la creación de puestos de trabajo sostenibles y la mejora de la capacidad empresarial. «Los participantes consideran que el turismo cultural es decisivo para conocer la cultura y la historia europeas, lo que refuerza la identidad cultural europea, la cohesión social y el bienestar», explica Antonia Gravagnuolo, coordinadora del proyecto.
Redes y acciones comunitarias
El equipo del proyecto ha formado una comunidad de representantes regionales dedicados que aspiran a dar forma al futuro del turismo cultural en sus zonas. Esta comunidad comparte la visión de una sociedad circular y centrada en el ser humano y ha colaborado para hacer frente a los retos que plantea el turismo cultural en zonas remotas o sobreexplotadas. La comunidad comprende seis ecosistemas piloto en Aragón (España), Basilicata (Italia), Larnaca (Chipre), Västra Götaland (Suecia), Vojvodina (Serbia) y la zona transfronteriza del noreste de Rumanía y Moldavia, junto a otras dieciséis regiones que reproducirán las metodologías y herramientas piloto y las adaptarán a su propio contexto regional. Los planes de acción abarcan estrategias innovadoras para integrar el turismo cultural circular en los marcos de desarrollo local y regional. Las tecnologías incluyen plataformas para nómadas digitales, rutas culturales europeas y métodos innovadores para involucrar a las generaciones más jóvenes en el patrimonio cultural. Además, en el proyecto se introducen herramientas de evaluación multidimensional y sistemas inteligentes de gestión de datos para la planificación estratégica y la gestión de destinos circulares, junto con metodologías de marca de lugar para empoderar a las comunidades locales.
Innovaciones para el turismo cultural
La iniciativa de Larnaca (Chipre) promueve experiencias rurales auténticas en paisajes tradicionales mediante estancias en casas de familia y turismo en aldeas rurales. Los visitantes participan activamente en actividades locales como la agricultura, el mantenimiento del paisaje y la artesanía. En Basilicata (Italia) se exploran interpretaciones contemporáneas de los sitios del patrimonio cultural a través de la creación artística, la gamificación, las experiencias de viaje virtuales y la narración creativa para mejorar el disfrute del patrimonio. En la región de Rumanía-Moldavia, la atención se centra en apreciar un viaje interior reflexivo más íntimo, una experiencia de un viaje espiritual a lo largo de la ruta cultural de Esteban el Grande. El equipo del proyecto piloto de Teruel (España) hace hincapié en el valor cultural de la naturaleza como patrimonio, promoviendo actividades como el ecoturismo y el turismo de aventura en parajes del patrimonio natural y productos rurales locales. En la región sueca de Västra Götaland, por su parte, se busca crear un público para los sitios del patrimonio industrial, presentándolos como lugares arquitectónicos icónicos que cuentan la historia de la fabricación europea. «El proyecto trasciende la visión tradicional del turismo como objetivo ''per se'', lo que lo reposiciona como una herramienta para la construcción de comunidades, la innovación y el emprendimiento cultural sostenible, al tiempo que promueve la cultura, la historia y la identidad europeas como parte de una experiencia de viaje transformadora», concluye Gravagnuolo.
Palabras clave
Be.CULTOUR, turismo cultural, innovación, economía circular, patrimonio europeo, desarrollo sostenible, capacitación de la comunidad