Una innovaciones arqueológicas revelan secretos del antiguo Japón
La investigación arqueológica no es algo que se lleve a cabo en el vacío. Por ejemplo, los químicos y físicos son necesarios para datar con precisión los objetos, y los historiadores para situar los descubrimientos en su contexto adecuado. «Normalmente, este tipo de investigación se hace de forma interdisciplinar, paso a paso», explica el coordinador adjunto del proyecto BE-ARCHAEO, Eliano Diana, de la Universidad de Turín (Italia). «Queríamos avanzar hacia un método más transdisciplinar, en el sentido de acercar mucho más estos ámbitos de especialización». Con ello se pretendía que los jóvenes investigadores, que están adquiriendo experiencia en sus ámbitos particulares, vieran los retos desde otras perspectivas y apreciaran el papel de otras disciplinas.
Método transdisciplinar de la arqueología
El equipo del proyecto BE-ARCHAEO se centró en la excavación arqueológica de un montículo sepulcral que data aproximadamente de finales del siglo VI a principios del VII e. c., situado en la prefectura japonesa de Okayama. Dichos yacimientos son importantes para comprender mejor los rituales, las relaciones regionales y la formación de los antiguos Estados de Japón. El proyecto contó con el apoyo de las acciones Marie Skłodowska-Curie, y participaron investigadores noveles de varios países europeos que pasaron una temporada en Japón. En el yacimiento, arqueólogos de Europa y Japón colaboraron con químicos, físicos, biólogos, geólogos, veterinarios y edafólogos. Periodistas, editores de vídeo y expertos en informática también participaron en las actividades arqueológicas. «Ver cómo el resto de disciplinas se enfrentan a los mismos problemas ayudó a los investigadores a cambiar sus planteamientos», afirma Diana.
Base de datos con información interconectada
Un objetivo clave en el proyecto era construir una base de datos, donde toda la información interrelacionada que se había recopilado del yacimiento arqueológico pudiera combinarse en un espacio accesible. «Dicha base de datos, de libre acceso, contiene toda la información científica relacionada con la excavación», añade Diana. «Por ejemplo, tenemos un mapa digital de las tumbas, que luego se vincula a hallazgos como objetos descubiertos y descripciones de nuestras investigaciones científicas». Dichos hallazgos incluyen fragmentos de cerámica que, según los arqueólogos, servían tanto para cocinar como para ceremonias. También se desenterraron huesos de animales y conchas. Un elemento importante de la vinculación de todos estos artefactos y datos recopilados era garantizar que toda la información publicada fuese comprensible para todos los científicos. «Queríamos ser transdisciplinares, no solo interdisciplinares», explica Diana. En otras palabras, los datos de cada ámbito especializado no se han publicado en compartimentos, sino que se han vinculado a otras disciplinas para crear una imagen más holística de las excavaciones. Además, la base de datos no solo es transdisciplinar: también se ha traducido al inglés y al japonés. El equipo del proyecto también intentó que los resultados de la investigación fuesen accesibles al público en general. Recientemente se celebró en la Universidad de Turín una exposición de los hallazgos de BE-ARCHAEO, que contribuyó a dar vida al antiguo Japón.
Cooperación arqueológica entre Europa y Japón
Otro elemento central del proyecto fue reunir a investigadores europeos y japoneses. «Este proyecto fue una gran oportunidad para que los investigadores se encontraran con planteamientos completamente distintos», señala Diana. «Se llevó a cabo una fructífera colaboración, y esperamos que el año que viene se lleve a cabo un nuevo proyecto, basado en BE-ARCHAEO». El objetivo es que este proyecto de seguimiento se base en algunos de los hallazgos de las excavaciones que se han realizado. Asimismo, se trataba principalmente de cerámicas y fragmentos de metal. «La idea es seguir investigando estos artefactos», afirma Diana.
Palabras clave
BE-ARCHAEO, arqueología, Japón, físicos, químicos, excavación, cerámica