Análisis del papel de las interacciones entre padres e hijos en el desarrollo
Las interacciones entre padres e hijos suelen incluir muchas miradas, gorjeos y risas. Aunque la formación de este vínculo es obviamente fundamental para el bienestar físico y la supervivencia de los bebés, también está claro que las interacciones entre padres e hijos son importantes para el desarrollo social y emocional temprano. «Sin embargo, aún no comprendemos realmente los mecanismos que subyacen a lo que ocurre —señala la coordinadora del proyecto SAPIENS, Emily Jones, del Birkbeck College de la Universidad de Londres (Reino Unido). Por ejemplo, ¿qué elementos de las interacciones entre padres e hijos son fundamentales? Es importante saberlo si queremos ayudar a los padres que luchan o se enfrentan a problemas de salud mental, o que tienen bebés con dificultades. Tenemos que saber qué elementos de las interacciones entre padres e hijos debemos apoyar».
Creación de una red sólida de investigación
El objetivo del equipo del proyecto SAPIENS, que contó con el apoyo de las Acciones Marie Skłodowska-Curie , era, por tanto, ir más allá de la mera descripción de lo que ocurre entre padres e hijos, e identificar las interacciones principales. El equipo del proyecto también trató de desarrollar nuevas herramientas analíticas para este fin. Para lograrlo, en SAPIENS se creó una red sólida de investigación, que estaba formada por investigadores en fase inicial, que completaron estudios pioneros a través del proyecto. «Reunimos a quince investigadores de toda Europa, todos ellos con distintas formaciones y ámbitos de especialización», explica Jones.
Métodos para medir las interacciones entre padres e hijos
Entre las principales innovaciones desarrolladas figura un método informático para medir las miradas de padres y bebés durante las interacciones. El objetivo era tratar de identificar patrones coordinados. Los datos se recogieron durante una serie de tareas interactivas y lúdicas. Otro investigador recopiló datos sobre el autismo, un trastorno del neurodesarrollo que afecta a las habilidades sociales. La idea era ver si podría haber diferencias en las primeras interacciones entre padres e hijos, mucho antes de que el bebé muestre síntomas de comportamiento. «Otros investigadores desarrollaron algoritmos basados en inteligencia artificial para medir las respuestas encefálicas de los bebés a las imágenes —añade Jones—. La idea era elegir estímulos basados en respuestas anteriores, para ver si podíamos encontrar preferencias. Esto podría ayudarnos a identificar el tipo de interacciones que son mejores para los bebés».
Determinar las diferencias encefálicas tempranas en los bebés
Estos trabajos de colaboración han dado lugar a nuevos y valiosos hallazgos, que podrían contribuir a aportar información nueva sobre interacciones importantes entre bebés y padres. Por ejemplo, la investigación con datos masivos reveló diferencias encefálicas tempranas en bebés que luego desarrollan autismo de pequeños. «Lo que podría estar ocurriendo aquí son diferencias en el procesamiento visual —explica Jones—. Esto podría estar afectando a la forma en que los bebés ven a la gente que les rodea». Un estudio sobre gemelos también ayudó a aclarar hasta qué punto nuestras interacciones están influidas por la genética o el entorno. «Lo que hemos descubierto es que el comportamiento atento precoz puede ser hereditario —afirma Jones—. Lo que esto significa es que los genes influyen en lo miramos. Puede que nazcamos en el mundo con tendencia a interesarnos por la gente». Algunas herramientas basadas en inteligencia artificial (IA), como el método para medir las miradas, son de código abierto y ahora están disponibles para que las utilicen otros investigadores. «Esta línea de trabajo con IA es una nueva dirección para nosotros —señala Jones—. En la actualidad, tenemos un nuevo estudiante de doctorado trabajando en esto, para llevar adelante nuestros hallazgos». Un aspecto importante será la personalización de los diagnósticos. «Tendemos a suponer que lo que es bueno para un bebé será bueno para todos —afirma Jones— No obstante, esto no es necesariamente cierto. Como los propios bebés no pueden decirnos qué tipos de interacción les gustan, esperamos encontrar formas de que sus encéfalos nos lo digan».
Palabras clave
SAPIENS, encéfalo, bebé, salud mental, IA, genes, gemelos, lactantes