Al mapear las reservas de carbono, cada árbol cuenta
Una nueva investigación respaldada por el proyecto TOFDRY, financiado con fondos europeos, ha comprobado que se puede realizar un mapeo nacional preciso del contenido de carbono de los árboles mediante imágenes aéreas y técnicas de aprendizaje profundo. Este nuevo método para mapear las reservas de carbono de cada árbol individual se puso a prueba en Ruanda y se describe en un artículo publicado en la revista «Nature Climate Change». «Existen grandes incertidumbres respecto a las evaluaciones forestales actuales a escala internacional. Al mapear las reservas de carbono de todos los árboles individuales, la precisión aumenta considerablemente», afirma el investigador doctoral y autor principal del estudio, Maurice Mugabowindekwe, en un artículo publicado en el sitio web de la Universidad de Copenhague (Dinamarca), anfitriona del proyecto TOFDRY. «Además, el modo en que cada país realiza su inventario no es coherente a causa de las diferencias de contextos, objetivos y conjuntos de datos disponibles. Esperamos que este método se convierta en la norma y, así, permita unas mejores comparaciones entre países». Pero ¿por qué desarrollar el nuevo método en este país africano específicamente? Tal como explica Mugabowindekwe en el artículo, escogieron Ruanda por sus fértiles y variados paisajes, entre los que se encuentran «sabanas, zonas arboladas, bosques húmedos y subhúmedos, matorrales, mosaicos agrarios y ecosistémicos, así como ecosistemas de árboles urbanos, representativos de la mayoría de países tropicales». El investigador añade: «Queríamos comprobar el método con todos estos tipos de paisaje. Además, Ruanda es signataria de diversos acuerdos internacionales sobre la conservación forestal y la mitigación del cambio climático. Por ejemplo, el país se ha comprometido a restaurar alrededor del 80 % de su superficie antes de 2030 de conformidad con el Desafío de Bonn. Por tanto, es extremadamente relevante disponer de un método fiable para controlar el carbono de los árboles». La investigación muestra que el 72 % de los árboles mapeados del país se encuentran en suelos agrícolas y sabanas, mientras que un 17 % está en plantaciones. Cabe destacar que, aunque los bosques naturales tan solo cubren un 11 % del cómputo total de árboles de Ruanda, representan más del 51 % de las reservas de carbono nacionales. Según el artículo, se debe principalmente al elevadísimo contenido de carbono por volumen de árbol en los bosques naturales, posible gracias a las leyes nacionales que minimizan las perturbaciones humanas. «Esto sugiere que la conservación, regeneración y gestión sostenible de los bosques naturales es más eficaz a la hora de mitigar los efectos del cambio climático que la plantación», observa Mugabowindekwe.
La importancia de los árboles individuales
Para que un método de mapeo sea preciso, resulta esencial que el ordenador distinga los árboles de forma individual. Esto se debe a que un árbol de gran tamaño tendrá un contenido de carbono muy superior que un grupo de árboles cuyas copas unidas abarcan tanta superficie como la copa de un único árbol. Por tanto, confundir un grupo de árboles con un solo árbol conducirá a una sobrestimación del contenido de carbono. Con el fin de identificar árboles individuales incluso en bosques tropicales densos, el equipo utilizó la visión artificial y el aprendizaje automático, y formó a un ordenador con 97 500 copas de árboles delineadas manualmente en diferentes partes del país. El método desarrollado con el apoyo del proyecto TOFDRY (Trees outside forests in global drylands) ahora también se ha puesto a prueba en Burundi, Kenia, Tanzania y Uganda. Mugabowindekwe comenta: «El método nos ha proporcionado buenos resultados al aplicarlo directamente en un nuevo país o una nueva región. Si el modelo se sigue formando con un conjunto local de muestras, la precisión aumentará». Para obtener más información, consulte: Sitio web del proyecto TOFDRY
Palabras clave
TOFDRY, árbol, bosque, Ruanda, cambio climático, reservas de carbono, contenido de carbono