Una plataforma innovadora ayuda a los pacientes en cuidados intensivos a comunicarse
En las unidades de cuidados intensivos (UCI), a los pacientes, que a menudo están conectados a respiradores, les resulta prácticamente imposible comunicarse. Como consecuencia, el aislamiento y la desorientación pueden provocar ansiedad, deterioro cognitivo e incluso delirio. «En su mayoría, las tecnologías de comunicación basadas en el seguimiento de los movimientos oculares tienden a ser complicadas, dependen de una pantalla y no suelen estar disponibles las veinticuatro horas del día. Además, dependen de la presencia a pie de cama para interpretar la comunicación, con una formación que puede durar hasta una semana, lo cual es problemático, ya que la estancia media en la UCI es de 3,8 días», afirma Or Retzkin, director general y cofundador de EyeControl, entidad anfitriona del proyecto. Como respuesta a estas dificultades, el equipo de EyeControl desarrolló un dispositivo ponible y una plataforma de comunicación sin pantallas, EyeControl-Med, que requiere un tiempo medio de formación inferior a 20 minutos. «Además de sus vanguardistas funciones de comunicación, que aumentan la participación del paciente y su bienestar emocional, también cuenta con funciones de control», explica Retzkin. El programa Acelerador del Consejo Europeo de Innovación de la Unión Europea apoyó la investigación y desarrollo del equipo, los ensayos clínicos y los logros normativos, lo cual permitió que su dispositivo EyeControl-Med pasara de ser un prototipo a un producto comercial, que incluye múltiples patentes. Además de las UCI, el dispositivo se dirige a los centros de cuidados intensivos prolongados y a los centros de rehabilitación, y ya ha conseguido una gran publicidad, como ganar el Premio Génesis del concurso de innovaciones sobre COVID-19 de Start-Up Nation Central.
El asistente personal digital
La plataforma EyeControl-Med se compone de dos elementos principales. Un osteófono que suministra audio al paciente. A su vez, una cámara colocada en la cabeza rastrea los movimientos oculares y envía la información a una pequeña unidad de procesamiento que utiliza el aprendizaje automático para analizar y convertir los gestos en comunicación a tiempo real, transmitida mediante un altavoz. Además, todo ello se lleva a cabo sin que el paciente tenga que utilizar ninguna pantalla. Al mismo tiempo, los datos se transmiten a un «tablero virtual de enfermería», que permite supervisar a los pacientes a distancia y que el personal sanitario controle la comunicación enviada al paciente. Dicha comunicación incluye mensajes para orientar a los pacientes, como la fecha, la hora y un recordatorio sobre dónde se encuentran. Por otra parte, la familia puede grabar mensajes de voz a través de una aplicación telefónica. La seguridad y la privacidad de los datos quedan garantizadas mediante el uso de técnicas de cifrado a lo largo de todo el proceso, así como el cumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos, la norma ISO 27001 y la norma ISO 27799.
Estudios clínicos
En 2021 se llevó a cabo un ensayo de viabilidad de fase I en el Hospital Beilinson de Israel, donde casi la mitad de los participantes tenían COVID-19 y muchos de ellos estaban aislados de sus seres queridos. «Eso generó datos preliminares positivos sobre usabilidad, además de testimonios de familias, equipos médicos y, fundamentalmente, pacientes, uno de los cuales declaró: “el proceso me dio la sensación de control en mi estado de impotencia, lo cual me motivó y me animó”», recuerda Retzkin. Ello ha propiciado una actividad clínica complementaria en hospitales estadounidenses e israelíes, como un ensayo comparativo de fase II ampliado en Beilinson para demostrar los beneficios clínicos.
Puesta en marcha
Según Retzkin, la plataforma de comunicación de EyeControl responde a tres tendencias sanitarias mundiales. En primer lugar, la tecnología encefálica, que mantiene la cognición del paciente en entornos de cuidados intensivos para mejorar la evolución y la calidad de vida tras el alta. En segundo lugar, la atención basada en valores, que humaniza la asistencia sanitaria. Y, por último, una atención centrada en la comunicación con el paciente y el control del entorno en los cuidados intensivos, especialmente después de la COVID-19. «La COVID-19 ha incrementado la concienciación sobre las necesidades de comunicación de los pacientes en cuidados intensivos, por ello nuestra intención es que todos los pacientes en la UCI dispongan de EyeControl-Med en el momento de su ingreso», concluye Retzkin. EyeControl-Med se comercializa en hospitales del servicio sanitario Clalit en Israel, está homologado por el Organismo para el Control de Alimentos y Medicamentos estadounidense y cuenta con el marcado CE en Europa. El equipo mantiene conversaciones con los departamentos de compras de las UCI de hospitales israelíes, estadounidenses y británicos. Ya puede adquirirse de forma privada una versión para pacientes ambulatorios, EyeControl-Home, que es reembolsable por el Estado en Israel y el Reino Unido.
Palabras clave
Eyecontrol, movimientos oculares, UCI, COVID-19, comunicación, paciente, cuidados intensivos, tecnología encefálica, ponible