¿Cuál es el límite de temperatura que pueden llegar a alcanzar las olas de calor?
En Europa, el verano de 2022 se ha caracterizado por las imágenes de sequía e incendios forestales provocados por las olas de calor, incluso en muchas zonas que no son propensas a tales extremos. En el momento de escribir estas líneas, Europa ya había registrado un exceso de mortalidad de más de doce mil muertes. Parece que la tendencia es ascendente, lo que genera preocupaciones sobre la capacidad de las personas y las infraestructuras para hacerle frente. «Las observaciones meteorológicas ofrecen pruebas incontestables de que las olas de calor son cada vez más frecuentes e intensas en casi todas las regiones del mundo —explica Donat, de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados y el Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona—. También están aumentando las olas de calor concomitantes, lo que dificulta las respuestas transnacionales coordinadas». La investigación de Donat no solo revela que la intensidad y la frecuencia de las olas de calor continuarán aumentando con cada décima de grado Celsius de calentamiento global, sino que las regiones terrestres se calentarán más rápido que la temperatura media mundial (la cual incluye las regiones oceánicas, que tardan más en calentarse). «En la región mediterránea, por ejemplo, las temperaturas extremas aumentarán cerca de 1,5 °C por cada grado Celsius de calentamiento global. Si las temperaturas mundiales aumentan en 2 °C, se espera que las temperaturas extremas del Mediterráneo sean 3 °C más calientes, o 6 °C más calientes si el calentamiento global alcanza los 4 °C —comenta Donat—. En resumen, el sur de Europa podría experimentar temperaturas superiores a los 50 °C en los próximos decenios». Y lo que es más preocupante, agrega Donat, es que no parece haber un límite natural para las temperaturas que pueden llegar a alcanzar las olas de calor: «Mientras las temperaturas mundiales continúen aumentando, las olas de calor serán aún más calurosas».
Predecir la próxima ola de calor
A medida que los modelos meteorológicos y climáticos se benefician de algoritmos cada vez más sofisticados, alimentados por datos más detallados, la predicción de fenómenos extremos se vuelve más precisa. Sin embargo, Donat señala que «para predecir con precisión las olas de calor, también tenemos que tener en cuenta los patrones de circulación atmosférica que las impulsan». De modo que, debido a la gran cantidad y complejidad de los factores involucrados, estas son muy difíciles de modelizar. A través del proyecto PROTECT, financiado con fondos europeos, Donat y la beneficiaria de una beca de investigación de las Acciones Marie Skłodowska-Curie (MSCA, por sus siglas en inglés) investigaron la capacidad de las corrientes en chorro para atrapar las ondas atmosféricas naturales, denominadas «ondas de Rossby», prolongando e intensificando así las olas de calor. Los modelos actuales simulan una amplia gama de variables atmosféricas y oceánicas, y cada vez permiten predecir mejor otros fenómenos meteorológicos como, por ejemplo, las olas de frío extremo o las lluvias torrenciales. Esto podría contribuir a fundamentar una variedad de medidas de mitigación y adaptación, como la plantación de árboles en las ciudades para crear zonas de sombra. Pero tal como concluye Donat: «Los modelos climáticos son claros: la mitigación más eficaz sería reducir las emisiones, lo que evitaría un mayor calentamiento». Haga clic aquí para obtener más información sobre la investigación de Donat: La comprensión de las «ondas planetarias» ayuda a predecir las peligrosas olas de calor
Palabras clave
PROTECT, ola de calor, temperatura, tiempo, clima, sequía, calentamiento global, onda de Rossby, corriente en chorro