Se impulsa la mejora genética de las leguminosas
Las leguminosas son una parte importante de la producción de piensos y alimentos, y ejercen un efecto positivo en el medio ambiente. Además de ser ricas en proteínas, contribuir a la entrada de nitrógeno en los sistemas de cultivo y reducir así la necesidad de utilizar fertilizantes nitrogenados sintéticos, constituyen una alternativa vegetal nutritiva a la carne, un mercado que está creciendo de manera exponencial y en el que muchos buscan nuevas formas de aprovechar el potencial de la producción de proteínas de origen vegetal. Por lo tanto, hay muchas razones para cultivar más leguminosas. Sin embargo, en Europa y China, regiones con unas condiciones agroecológicas adecuadas para el cultivo de proteínas vegetales, hay falta de ellas y ambos continentes dependen sobremanera de las importaciones de proteínas y de un gran uso de fertilizantes nitrogenados sintéticos. El proyecto financiado con fondos europeos EUCLEG (Breeding forage and grain legumes to increase EU’s and China’s protein self-sufficiency) está ayudando a reducir esta dependencia. «Trabajamos con cultivos de leguminosas con el objetivo final de mejorar las variedades», señala Bernadette Julier, coordinadora del proyecto y directora de investigación en el Instituto Nacional de Investigación Agronómica (INRA) de Francia. Esto implicó genotipado, fenotipado y trabajo estadístico.
Mejora del progreso genético
El equipo de EUCLEG se centró en las cinco especies de leguminosas más cultivadas en Europa: dos forrajes, la alfalfa y el trébol rojo, y tres leguminosas de grano, el guisante, el haba común y la soja. «Nuestro objetivo era ayudar a los fitogenetistas a crear variedades más adaptadas y con mayor rendimiento. Estas variedades de leguminosas se cultivarán en zonas geográficas en las que ya se cultivan leguminosas y proporcionarán mayor rendimiento, calidad y estabilidad que las variedades actuales, o ayudarán a ampliar el área de cultivo en regiones donde no se cultivan muchas leguminosas», explica Julier. Un mayor rendimiento y una mayor superficie de cultivo contribuirán a producir más proteínas locales; las nuevas variedades se introducirán más fácilmente en la rotación de cultivos para la diversificación. La labor del proyecto ha conducido al lanzamiento o la adopción de herramientas de genotipado del genoma completo de las cinco especies principales de leguminosas. «También hemos obtenido una nueva visión de la diversidad genética disponible para la mejora genética de cada especie. La inmensa cantidad de marcadores obtenidos en un gran conjunto de muestras ha renovado claramente el conocimiento sobre la alfalfa y la soja. Igualmente, se han identificado nuevas fuentes de variación fenotípica», añade Julier. Con el genotipado del genoma completo, el proyecto pudo identificar marcadores moleculares asociados a la variación de rasgos. Estos marcadores podrían utilizarse en programas de mejora genética para acelerar el progreso genético. «Además, se ha calculado la capacidad de predicción de los rasgos principales y los resultados indican que la selección genómica también podría acelerar el progreso de la mejora genética de las leguminosas, como en otras especies animales y vegetales principales», apunta Julier.
Una mayor ambición
Diversos fitogenetistas de los ámbitos público y privado contribuyeron a la recopilación y el análisis de los datos. «Esta asociación es favorable para la transferencia de conocimientos de la investigación a la industria», señala Julier. Durante el proyecto, también se organizaron sesiones de formación para fitogenetistas. «Han visto las posibilidades esperadas de la mejora molecular de las leguminosas. A largo plazo, espero que la mejora genética de las leguminosas emplee herramientas moleculares para acelerar el progreso genético y crear variedades adaptadas a usos y restricciones diferentes», agrega Julier. En lo que respecta a los pasos siguientes, el proyecto pretende demostrar el progreso que puede obtenerse de la mejora molecular en comparación con la mejora fenotípica. «En paralelo, es fundamental disminuir los costes del genotipado adaptando los métodos y la cantidad de marcadores requeridos en un programa de mejora genética. Por último, los programas de mejora genética deben adaptarse a fin de introducir la mejora molecular en el proceso de creación de variedades mientras se actualizan las ecuaciones de predicción y los marcadores para la diversidad genética en estudio», concluye Julier.
Palabras clave
EUCLEG, leguminosa, mejora genética de las leguminosas, Europa, China, producción de forraje, importaciones de proteínas