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Targeting TGF-β activation, likely the core mechanism of immunosuppression by human regulatory T cells.

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Desbloquear las defensas naturales del organismo contra el cáncer

En un proyecto financiado con fondos europeos se ha encontrado una forma nueva de ayudar al sistema inmunitario del organismo a combatir el cáncer. Actualmente se encuentra en fase de ensayo clínico y podría mejorar el tratamiento de esta enfermedad.

Unas células inmunitarias especiales de nuestro organismo, denominadas linfocitos T, desempeñan un papel fundamental para ayudarnos a combatir las infecciones. Funcionan reconociendo antígenos, que suelen encontrarse en la superficie de las células infectadas por virus y bacterias, y alertando a nuestro organismo para que prepare su defensa. «A principios de los años noventa del siglo pasado, se descubrió que estos linfocitos T también pueden reconocer antígenos en la superficie de las células tumorales», explica la coordinadora del proyecto TARG-SUP, Sophie Lucas, de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica). El proyecto recibió el apoyo del Consejo Europeo de Investigación (CEI). «Esto significa que los enfermos de cáncer son capaces de preparar respuestas inmunitarias contra sus propias células tumorales». Este descubrimiento ha abierto la puerta al desarrollo de inmunoterapias, que utilizan el propio sistema inmunitario del organismo para combatir el cáncer. Aunque se han hecho enormes avances en este campo, no todos los enfermos son receptivos a los tratamientos. Lucas añade: «Sabemos que no es posible potenciar las respuestas de los linfocitos T antitumorales en todos los enfermos. Una hipótesis es que algunos linfocitos T especializados, denominados linfocitos T reguladores o “Treg”, son demasiado potentes y pueden llegar a inhibir la actividad antitumoral».

Bloqueo de la actividad inmunosupresora

Este fue el punto de partida del proyecto TARG-SUP. Lucas quería saber si los Treg inhiben realmente las respuestas de los linfocitos T antitumorales, cómo lo consiguen y si esta actividad perjudicial puede bloquearse de alguna manera. El proyecto se basó en el trabajo anterior de Lucas en el laboratorio. Un estudio de los Treg humanos en cultivo «in vitro» ha permitido a su equipo averiguar un posible mecanismo por el que los Treg inhiben la actividad de los linfocitos T antitumorales. Para ello, segregan una proteína mensajera específica llamada TGF-β que realiza una función inmunosupresora, para lo que a su vez necesitan otra proteína asociada —llamada GARP— en su superficie. «Nuestro objetivo en este proyecto era demostrar esta actividad, desarrollar anticuerpos para bloquear la GARP y ver si esto disminuye la inmunosupresión por parte de los Treg», señala Lucas. Estos anticuerpos se probaron como posibles sustancias terapéuticas en ratones. El equipo del proyecto demostró que, combinados con otros métodos de inmunoterapia, podían efectivamente ayudar a los ratones a deshacerse de los tumores.

Posibles tratamientos nuevos

Estos impresionantes resultados abrieron el camino para los ensayos clínicos en humanos de los anticuerpos anti-GARP a partir de marzo de 2019. Está previsto que el primer ensayo clínico de fase I finalice en torno al primer trimestre de 2022. Tal y como explica Lucas: «Lo único que aprenderemos del ensayo de fase I es si este novedoso tratamiento no es demasiado tóxico para pasar a la fase II. Después, por último, habrá ensayos de fase III». Este es el tipo de ensayo que determinará si el nuevo tratamiento es al menos tan eficaz como los habituales. Aunque pasarán años antes de que esté listo para el mercado, Lucas está orgullosa de la rapidez con la que se han hecho importantes descubrimientos. «Esta subvención del CEI me permitió desarrollar rápidamente esta investigación —añade—. Hemos sido capaces de demostrar en solo cinco años que nuestra hipótesis sobre la GARP era correcta e, incluso, hemos llegado a obtener posibles sustancias terapéuticas». En última instancia, Lucas espera que todo este duro trabajo se traduzca finalmente en el desarrollo satisfactorio de una inmunoterapia eficaz. El bloqueo de la inmunosupresión por parte de los Treg ayudará a enfermos de cáncer a luchar contra la enfermedad y salvará vidas. «Llegar a este punto en cinco años es lo máximo que podía esperar», concluye.

Palabras clave

TARG-SUP, cáncer, linfocito, linfocito T, tumor, inmunoterapias, Treg, anticuerpos

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