La madera como pilar central de los edificios de consumo de energía casi nulo
Los esfuerzos para combatir el cambio climático tienen que acometerse por todos los sectores. Por ejemplo, el sector de la construcción es responsable de aproximadamente el 8 % de las emisiones mundiales de CO2. ¿Puede un cambio en los materiales de construcción ayudar a reducir su impacto? Las políticas de la Unión Europea y de sus Estados miembros han ayudado a redoblar los esfuerzos para combatir el cambio climático al favorecer la construcción en madera. Los edificios de madera pueden reducir en un 50 % las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en comparación con los edificios convencionales con estructuras de acero y hormigón. Una manera de lograrlo es con edificios de consumo de energía casi nulo (EECN) de madera. En el proyecto NERO, financiado con fondos europeos, se recopilaron e identificaron las mejores prácticas y soluciones técnicas que reducen de manera significativa los costes de los EECN de madera durante las cuatro estaciones. «El uso cada vez mayor de productos de madera en edificios nos proporciona un material ligero, duradero y más local. A diferencia del hormigón, la madera constituye un material circular que puede obtenerse de casas antiguas y reutilizarse en las nuevas que, además, funciona como un sumidero de carbono a largo plazo», explica Tero Hasu, coordinador del proyecto. El equipo del proyecto recopiló ejemplos de datos de los costes de construcción, la ejecución y el consumo de energía de las emisiones de carbono de diecisiete edificios de demostración, de los cuales once ya estaban terminados y otros seis se planificaron y completaron principalmente durante el proyecto. Se realizaron análisis del ciclo de vida (ACV) sobre los EECN de caso y de demostración para analizar el impacto ambiental de los EECN representativos en los países colaboradores. Dicha información se empleó para comparar soluciones técnicas (por ejemplo, estructuras y sistemas de envolvente) entre los edificios para identificar las áreas de reducción potencial de emisiones y energía incorporadas.
Un vistazo a dos de los estudios de caso
En un estudio de caso en Växjö (Suecia), donde los edificios públicos de madera han sido una prioridad, el equipo de NERO llevó el diseño de edificios plurifamiliares un paso más allá. Los resultados del proyecto revelaron que los EECN suecos podrían reducir entre un 30 y 40 % el consumo de energía durante el funcionamiento de un edificio estipulado por el código de construcción nacional en vigor. Los ACV mostraron que los edificios de madera tienen un uso de energía primaria en la etapa de edificación significativamente menor y una huella de carbono menor que los edificios convencionales. El análisis de costes óptimos mostró que los espesores de aislamiento para lograr el nivel de energía de un EECN son considerablemente más altos que los necesarios para cumplir con el requisito mínimo rendimiento energético estipulado por el código de construcción. La aplicación de las innovaciones de EECN genera beneficios económicos, pero no tanto como la puesta en práctica de tecnologías rentables. En otro estudio de caso en Trondheim (Noruega), un análisis de los edificios NERO de caso y demostración reveló que, sustituir el uso de hormigón por un mayor uso de madera laminada cruzada en elementos estructurales, era importante para lograr una reducción del 30 % en la emisión de GEI. Se espera que una gran aceptación de dicha tecnología de construcción en el mercado nórdico reduzca estos costes. «La tendencia para el futuro más cercano es clara. Al menos aquí, en el norte, un número cada vez mayor de las estructuras principales de los edificios nuevos serán de madera», concluye Hasu. A largo plazo, la prefabricación y la industrialización de la producción, junto con un proceso eficaz en las fábricas y el equilibrio existente entre la oferta y la demanda en el mercado a través de mayor absorción por el mercado, proporcionarán las mayores reducciones de emisiones. Además, en un futuro cercano, las recomendaciones, las directrices y la legislación para las emisiones permitidas en la construcción darán los mismos resultados. Las ventajas de reducir la cantidad de hormigón quedaron patentes en el proyecto NERO, en el que se definió el ACV. Sin embargo, hoy en día, es difícil cuantificar los beneficios en términos de ahorro de costes sociales, ya que solo se tiene información sobre los incentivos pero no sobre los riesgos.
Palabras clave
NERO, EECN, cambio climático, edificio de madera, sector de la construcción, condiciones climáticas septentrionales, edificios de consumo de energía casi nulo