Un método menos invasivo para el tratamiento del paro cardíaco repentino
El paro cardíaco repentino (SCA, por sus siglas en inglés), una emergencia potencialmente mortal que se produce cuando el corazón deja de latir de forma repentina, es una de las principales causas de muerte en el mundo desarrollado. Tal y como sugiere su nombre, el SCA se produce de forma súbita y apenas muestra signos previos de advertencia. Como consecuencia, de las cerca de 350 000 muertes que causa el SCA cada año en Europa, el 95 % de los pacientes fallece antes de llegar al hospital. El único método aceptado para tratar el SCA es la desfibrilación eléctrica, una terapia que administra un impulso eléctrico de alta tensión y energía al corazón. Pese a que existen lugares donde están disponibles desfibriladores, estos solamente son eficaces cuando el paciente sufre el SCA cerca de uno. Para los pacientes con un alto riesgo de SCA (como los pacientes que han sufrido un ataque al corazón y mantienen una baja funcionalidad cardíaca), el tratamiento de referencia consiste en emplear un desfibrilador cardioversor implantable (DCI). En la actualidad, se comercializan dos tipos de DCI: el DCI transvenoso (DCI-TV) y el DCI subcutáneo (DCI-S). Pese a que son eficaces, estos dos tipos de dispositivos tienen sus desventajas, como el uso de electrodos dentro del corazón (en el caso del DCI-TV), las molestias para el paciente, la necesidad de someterse a una intervención quirúrgica y el hecho de que el dispositivo deba reemplazarse cada 5 a 7 años debido al agotamiento de su batería. Sin embargo, ahora existe una tercera opción. Con el apoyo del proyecto ISSD de la Unión Europea (UE), el fabricante israelí de productos sanitarios NewPace ha desarrollado un desfibrilador de cuerda subcutánea implantable (ISSD, por sus siglas en inglés). «Al contrario de lo que sucede con otros DCI, el ISSD no tiene electrodos, es flexible y se puede recargar de forma inalámbrica, lo cual proporciona una mayor durabilidad», explica Avi Broder, cofundador, director financiero y vicepresidente de desarrollo comercial en NewPace. «Debido a que nuestro dispositivo no requiere que se coloquen electrodos directamente en el corazón, se puede implantar fácilmente mediante un procedimiento ambulatorio mínimamente invasivo». Con el apoyo de los fondos de la UE, el dispositivo ISSD se encuentra un paso más cerca de su comercialización.
Un cambio radical en la tecnología médica
Según Broder, el ISSD representa la próxima generación de desfibriladores cardioversores subcutáneos. «Al colocarse los electrodos a lo largo del esternón y en el costado, el dispositivo se puede introducir fácilmente por debajo de las costillas, por lo que únicamente se requieren dos incisiones pequeñas y no es necesario crear una cavidad para el generador de impulsos», explica. «Esto da como resultado una mínima protuberancia anatómica, aumentando la comodidad del paciente y el aspecto estético». El ISSD también supone un cambio radical en la tecnología médica. Por ejemplo, además de ser el primer DCI recargable del mundo, el dispositivo cuenta con conectividad Bluetooth para facilitar la monitorización y la interacción con otros dispositivos implantados. «Esta función permite a los profesionales sanitarios vigilar de forma remota a un paciente mediante una simple aplicación para teléfonos móviles», añade Broder. Pese a haber sufrido algunos retrasos debido a la pandemia de COVID-19 y a la falta de financiación, Broder afirma que la financiación de la UE ha permitido a NewPace hacer avanzar el dispositivo ISSD hasta la fase de ensayos clínicos. «Prácticamente hemos completado el desarrollo del dispositivo y ahora hemos pasado a las fases de fabricación, prueba y validación», explica. «A continuación, iniciaremos los ensayos clínicos con el objetivo de conseguir la autorización de comercialización en la UE».
Listo para salvar vidas
Gracias al apoyo de la financiación de la UE, NewPace está desarrollando un dispositivo terapéutico implantable y autónomo que podría salvar millones de vidas. «Los desfibriladores implantables salvan vidas, pero hay muy pocas empresas en el mundo que los desarrollen y, para nosotros, es motivo de orgullo ser una de ellas», concluye Broder. Mientras la empresa avanza hacia las fases de autorización reglamentaria y comercialización, también está intentando conseguir nuevas vías de financiación.
Palabras clave
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