El papel de hierba: un nuevo competidor en el ámbito de los envases de papel
La crisis de la contaminación por plásticos que asola el medio ambiente y los gases de efecto invernadero asociados que se emiten durante su fabricación son una amenaza cada vez mayor para el clima de la Tierra. La idea intuitiva de sustituir los plásticos por papel no resulta tranquilizadora, ya que la materia prima básica empleada por la industria papelera procede de los bosques. Los bosques con diversidad biológica se ven considerablemente alterados debido a las plantaciones de árboles destinados a fabricar pasta papelera, que cambian su valor ecológico. La rápida expansión del eucalipto, principal materia prima para la industria papelera, intensifica los incendios forestales.
Una alternativa de materia prima sostenible para el papel
Gracias a la financiación europea del proyecto Grass Paper, la empresa alemana Creapaper presentó una nueva materia prima extremadamente innovadora, sostenible y rentable para la industria papelera y la del envasado. Tras algunos intentos con diferentes materias primas, más allá de la madera y el papel reciclado, la empresa se decantó por la hierba. Más concretamente, por el heno. «El heno seco se corta a la longitud de las fibras y luego se tritura. Por último, se comprime en forma de barritas antes de llegar a la fábrica papelera y convertirse en papel», explica Michael Schatzschneider, director financiero de Creapaper. El simple proceso mecánico de Creapaper elimina la necesidad de usar aditivos químicos y agua para fabricar pasta de papel. Al usar hierba, no es necesario recurrir a tratamientos químicos ni usar grandes cantidades de agua para disolver la lignina —un pegamento natural que mantiene unidas las fibras de celulosa y les proporciona rigidez—, ya que la hierba apenas contiene. La empresa afirma que su proceso mecánico patentado ahorra alrededor de 300 kg de emisiones de CO2 por cada tonelada de papel de hierba producida, en comparación con la producción de papel tradicional. Por si fuera poco, Creapaper usa solo 2 l de agua para fabricar 1 t de pasta de hierba. Para producir 1 t de pasta a partir de madera, paso necesario para fabricar papel, se requieren 6 000 l de agua. Si se comparan la huella energética y la huella de CO2, se obtienen resultados igualmente positivos: «La producción de 1 t de pasta de hierba con un proceso mecánico solo necesita 0,2 MW de energía eléctrica», añade Schatzschneider.
El prometedor potencial de la fibra de hierba
La fibra de hierba podría convertirse en la tercera fuente de materias primas de la industria papelera, aparte de la pasta de madera y el papel reciclado. No puede sustituir del todo a las fibras vírgenes o a la pasta reciclada (de madera), pero puede constituir hasta el 50 % del contenido de fibra del producto final. Además, la fibra de hierba es hasta un 70 % más barata que la pasta de madera. La fibra de hierba ofrece a la industria una manera más sensible y respetuosa de tratar los recursos forestales. «Creo que la simbiosis entre hierba y madera es perfecta para fabricar productos y envases de papel en un futuro cercano», comenta Schatzschneider. Asimismo, las fibras de hierba son una fuente de ingresos adicional para los agricultores, que pueden aprovechar el heno abandonado de los pastos en lugar de quemarlo o destinarlo a plantas de biogás. Hace poco, Creapaper instaló la primera cadena de producción industrial de fibra de hierba y este año sumará un centro móvil más pequeño, lo que ahorrará gastos de logística y permitirá producir de forma aún más rentable. Con el papel de hierba, Creapaper se centra en la fabricación de bolsas para alimentos, platos, bandejas, vasos, pajitas, tarjetas, sobres y cajas plegables para envases, principalmente como oferta al por mayor para propietarios de marcas y grandes distribuidores. Ya hay grandes empresas de venta por correo probando el producto como material de embalaje.
Palabras clave
Grass Paper, papel, Creapaper, fibra de hierba, barrita, envase, pasta de madera