Detectar indicios de glaucoma pronto y con seguridad
El glaucoma es una de las enfermedades oculares prioritarias de la Organización Mundial de la Salud y podría afectar a cerca de ciento doce millones de personas en todo el mundo para 2040 en comparación con los 76 millones de 2020. Es la segunda causa de ceguera en todo el mundo después de las cataratas. No obstante, a diferencia de esta última afección, la ceguera por glaucoma es irreversible. El proyecto financiado con fondos europeos Savesight facilitó la comercialización de un dispositivo de vigilancia ponible. La vigilancia del glaucoma se ha simplificado hasta equipararse con el control de la frecuencia cardíaca, la saturación de oxígeno en sangre y el sueño con monitores de actividad.
Vigilancia continua
El glaucoma daña el nervio óptico, la parte del sistema nervioso central que transfiere información visual del ojo al encéfalo. El daño lo causa una hipertensión ocular crónica (presión intraocular). La progresión suele detenerse si se reduce la presión intraocular, de tal modo que la vigilancia de esta es fundamental para diagnosticarlo a tiempo y ofrecer un tratamiento eficaz. La presión intraocular suele fluctuar en un vaivén diario acompasado a factores como el ciclo del sueño y la tensión arterial sistémica. También varía en función del día la semana o el mes, lo que implica que una única medición de la presión intraocular en una consulta médica no basta para obtener un diagnóstico preciso. Hoy en día, la única forma de obtener varias mediciones de la presión intraocular en un periodo de veinticuatro horas es pasar la noche en el hospital y realizar mediciones de la presión intraocular cada pocas horas. Özgür Kaya, director general de GlakoLens y coordinador del proyecto Savesight, explica la tecnología innovadora propuesta por el equipo: «La plataforma de GlakoSense consta de tres componentes principales. Una lentilla blanda desechable y cómoda en la que se incluye un sensor de radiofrecuencia pasivo detecta cambios de forma en la córnea relacionados con la presión intraocular, sin afectar a la vista del paciente. Un sistema electrónico ponible que procesa y almacena los datos. Un programa informático en el ordenador del oftalmólogo permite descargar los datos registrados, consultarlos y evaluar al paciente. Gracias a GlakoSense, basta con tres visitas cortas para lograr una vigilancia continua de cada ojo las veinticuatro horas del día: en los días primero y segundo se instala y extrae respectivamente del primer ojo; y en los días segundo y tercero se hace lo mismo con el segundo ojo. El beneficio principal es el registro continuo de los patrones de fluctuación de la presión intraocular en lugar de obtener unos pocos puntos de datos; no obstante, la capacidad para seguir trabajando o cuidar de la familia durante los días que dura la intervención también tiene valor. La prueba puede repetirse cada mes, a discreción.
Una visión de futuro
«El proyecto Savesight nos permitió mejorar nuestro sensor y el diseño de las lentes de contacto y demostrar la fiabilidad de nuestra idea comercial. Perfeccionamos nuestro plan comercial y nuestra estrategia de comercialización. Nos proponemos presentarlo en Europa y a continuación en todo el mundo. El panorama de reembolso será un factor determinante de nuestra estrategia», afirma Kaya. GlakoLens también tiene planes para generar una versión comercial en la nube de la plataforma de GlakoSense a fin de vigilar la fluctuación de la tensión intraocular a distancia. Kaya y su equipo se proponen ahora generar otras opciones de vigilancia sanitaria continua de marcadores mediante tecnología de sensores corporales biocompatibles eléctricamente pasivos. Es posible que en un futuro cercano dispongamos en un abrir y cerrar de ojos de una nueva ventana a los mecanismos del organismo.
Palabras clave
Savesight, tensión intraocular, ojo, glaucoma, lente de contacto, ceguera, GlakoLens, nervio óptico, presión intraocular, biomarcador, biocompatible