Un innovador modelo acuapónico muestra el camino hacia una acuicultura sostenible
Aunque el Mar Negro ofrece unas oportunidades económicas enormes, es esencial hacer un uso sostenible de sus recursos marinos para garantizar la viabilidad a largo plazo de las poblaciones de peces. Una solución posible es la acuaponía. El concepto de producción sostenible integra la piscicultura con fines comerciales con el cultivo hidropónico de plantas. En los sistemas acuapónicos, el abono procedente de los peces aporta nutrientes a las plantas, ya sea de forma directa o después de que las bacterias hayan convertido el amoníaco en nitritos o nitratos. «Una gran ventaja de la acuaponía es que se obtienen dos vías de producción (vegetales y pescado) con una sola aportación de alimento para peces», explica Adrian Turek-Rahoveanu, coordinador del proyecto ECOFISH (Research on the potential conversion of conventional fish farms into organic by establishing a model and good practice guide) y catedrático en la Universidad de Ciencias Agrónomas y Medicina Veterinaria de Bucarest (Rumanía). «La producción de vegetales tiene un rendimiento muy elevado debido al suministro permanente de agua y nutrientes. Además, los vegetales se pueden cultivar en vertical, lo que reduce la cantidad de suelo necesario. Tampoco es necesario utilizar herbicidas ni plaguicidas». Con todo, uno de los retos principales es el hecho de que la acuaponía requiere unos altos costes de inversión al principio, además de conocimientos especializados. «El personal debe tener conocimientos tanto de los peces que se van a criar como de las plantas que se van a cultivar», señala Turek-Rahoveanu. «Las bombas de agua tienen que funcionar constantemente, lo que aumenta el gasto en electricidad». La superación de estos obstáculos puede ayudar a la región a ser más resiliente ante el calentamiento global, la sequía y los recursos hídricos limitados. «Los sistemas acuapónicos no dependen del medio ambiente ni del clima», afirma. «Se ubican en espacios que están a una temperatura controlada y no dependen del suelo».
Una acuicultura respetuosa con el medio ambiente
En este contexto, el proyecto ECOFISH se puso en marcha para fomentar los sistemas acuapónicos en la región y contó con la participación de socios rumanos, entre otros. Esta investigación se llevó a cabo gracias al respaldo del programa Acciones Marie Skłodowska-Curie. «Nuestro objetivo era ayudar a las empresas de acuicultura a adoptar medidas más respetuosas con el medio ambiente a fin de lograr una mayor eficiencia en el consumo de recursos y de añadir más valor a sus productos finales», explica Turek-Rahoveanu. Para conseguirlo, el equipo del proyecto reunió a varias instituciones de investigación y universidades para desarrollar una plataforma de producción acuapónica. Se llevó a cabo un estudio de las piscifactorías de la región sudoriental de Rumanía. Estos resultados se integraron en el diseño de un sistema acuapónico de recirculación. El modelo se diseñó de forma tal que cumpliese los requisitos de los beneficiarios potenciales, como los piscicultores de la región y los emprendedores interesados en las posibilidades económicas de la acuicultura sostenible. «Además de definir los aspectos tecnológicos, también se hizo una evaluación de los riesgos económicos y de cómo las piscifactorías pueden usar la acuaponía para aumentar su competitividad económica», señala Turek-Rahoveanu. Estos hallazgos están disponibles en documentos del proyecto, como «Economic Feasibility Analysis of Aquaponics» (Estudio de viabilidad económica de la acuaponía). Desde entonces, el modelo acuapónico del proyecto se ha difundido ampliamente entre los piscicultores de la región y entre las comunidades locales con potencial para criar peces, cangrejos de río y camarones.
El futuro de la piscicultura
El consorcio del proyecto ECOFISH tiene previsto seguir aprovechando este trabajo. En futuras investigaciones se incluirá un estudio exhaustivo de los sistemas de recirculación a fin de lograr una producción aún más eficaz. Este trabajo está muy en consonancia con la Declaración de Sofía de 2018, que exigía a los países de la región del Mar Negro una pesca y una acuicultura más sostenibles. «En este momento, el equipo de investigación que participó en el proyecto está elaborando unos planes de negocio más detallados para las piscifactorías acuapónicas que se establezcan en el futuro en la región sudoriental de Rumanía», comenta Turek-Rahoveanu. «Estamos seguros de que esta innovación aportará beneficios económicos y medioambientales a la región». Lo que realmente espera el equipo del proyecto, según su coordinador, es presenciar el establecimiento de las primeras piscifactorías acuapónicas en Rumanía: «Nuestro proyecto habrá contribuido a esto a través del apoyo y el asesoramiento que nuestros equipos de investigación hayan podido ofrecer».
Palabras clave
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