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Resolver los retos alimentarios mundiales con el suelo

Investigadores respaldados por la Unión Europea estudian cómo los cambios en el microbioma del suelo pueden afectar a nuestras cadenas alimentarias.

¿Cómo podemos seguir proporcionando alimentos saludables a una población mundial en continuo crecimiento dada la forma en la que producimos, procesamos y distribuimos los alimentos? Nuestros sistemas alimentarios actuales son insostenibles y tienen implicaciones para la seguridad alimentaria, la salud, el medioambiente, la economía y la igualdad social. Acceda al proyecto CIRCLES, financiado con fondos europeos, cuyo equipo está buscando soluciones para los futuros retos alimentarios de nuestro planeta al investigar el potencial de los microorganismos en el sistema alimentario. Una reciente entrevista con el Instituto de Recursos Naturales de Finlandia (Luke), socio del proyecto CIRCLES, se centra en la función importante que los suelos sanos tienen en la alimentación de una población mundial cada vez mayor. Necesitamos suelo para producir la gran mayoría de nuestros alimentos, tanto directamente para cultivar nuestras frutas, verduras y cereales, como indirectamente para cultivar el pienso del ganado que criamos para obtener carne y productos lácteos. Sin embargo, las prácticas agrícolas intensivas han hecho que un tercio de los suelos mundiales estén degradados y hayan perdido parte de su capacidad para sustentar el crecimiento vegetal.

Por qué las bacterias y los hongos son importantes

Taina Pennanen, catedrática de investigación de Luke, empieza explicando la importancia de los microbiomas (comunidades de bacterias, hongos y virus) que habitan el suelo: «Los microbiomas del suelo tienen un papel fundamental en la conservación del equilibrio de los ecosistemas al encargarse de funciones como la descomposición, la formación de agregados del suelo, la ciclación del nitrógeno, el control de patógenos y la absorción de nutrientes y agua para las plantas en los ecosistemas naturales. También tienen un papel clave en la fijación de carbono». Según la catedrática Pennanen, los microorganismos como las bacterias y los hongos tienen un papel crucial porque ayudan a reducir la pérdida de carbono en el suelo al convertir el carbono que las plantas toman del aire en una forma más estable en el suelo. «Esto ayuda a prevenir la erosión y a mantener los nutrientes en el suelo». Los hongos, en particular, tienen un papel importante al mantener estable el carbono del suelo y formar terrones de tierra llamados agregados que ayudan a conservar el agua y evitar el arrastre del suelo. La investigadora continúa: «Los suelos agrícolas, como los que usan los agricultores para cultivar productos, son también importantes en el esfuerzo mundial para reducir las emisiones de carbono. La conversión de los humedales en suelo agrícola puede provocar la liberación de gran cantidad de CO2 a la atmósfera como consecuencia del descenso de la capa freática. Sin embargo, la conversión de suelo agrícola en humedales puede ayudar a reducir las emisiones de carbono. Esa es la razón por la que la forma en la que gestionamos el suelo es tan importante para el medio ambiente». Uno de los objetivos del equipo de CIRCLES es hacer más sostenible el uso de microorganismos en diferentes cadenas de productos. Para lograrlo, los investigadores recabarán datos de las cadenas alimentarias del proyecto para evaluar los impactos ambiental y económico, y compararán los resultados entre las cadenas que usan aplicaciones microbianas y las que no. Hasta el momento, el equipo del proyecto ha investigado cómo la aplicación de diferentes sustratos al suelo puede contribuir a la mejora de la diversidad y la cantidad de microorganismos del suelo, especialmente los hongos. El estudio más reciente respaldado por CIRCLES (Controlling mIcRobiomes CircuLations for bEtter food Systems) probó los efectos de tres cortezas de árbol y sus materiales de proceso en cascada en el microbioma del suelo. Si bien es necesario seguir investigando, los estudios sugieren que la composición de los microorganismos nativos en el suelo puede cambiarse «y que el uso de materiales procedentes de los bosques puede mejorar las comunidades fúngicas en los suelos agrícolas, lo que puede resultar beneficioso para la salud de las plantas». Para más información, consulte: sitio web del proyecto CIRCLES

Palabras clave

CIRCLES, suelo, microbioma, alimentos, cadena alimentaria, carbono, microorganismo, bacteria, hongo

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