Captura y almacenamiento de carbono en alta mar más seguros con herramientas avanzadas para detectar y cuantificar las fugas de CO2
El objetivo de la captura y almacenamiento de carbono (CAC o CCS en sus siglas inglesas) es capturar el CO2 de grandes fuentes de emisión como las centrales eléctricas y las instalaciones industriales, transportarlo a un lugar de almacenamiento en tierra o en el mar, en el subsuelo profundo, y encerrarlo permanentemente para que no pueda ser liberado a la atmósfera. El almacenamiento en alta mar es la opción preferida en Europa. Según señala Douglas Connelly, coordinador del proyecto financiado con fondos europeos STEMM-CCS: «Para permitir esto, el público y los reguladores necesitan estar seguros de que el CO2 se almacenará de forma segura. Para quede patente que la integridad de los depósitos de almacenamiento no está comprometida, necesitamos demostrar que tenemos la tecnología para buscar fugas muy pequeñas en un océano extremadamente grande».
Aplicaciones del mundo real para supervisar los depósitos de CAC en alta mar
Los socios del proyecto inyectaron pequeñas cantidades de CO2 en el lodo del fondo del mar del Norte Central, a unos cien kilómetros al noreste de Aberdeen, un puerto marítimo en el centro de la industria petrolera del mar del Norte. Simularon la liberación de CO2 del fondo marino inyectando CO2 en estado gaseoso tres metros por debajo del fondo del mar del Norte Central a una profundidad de 120 metros. Utilizaron la fuga para desplegar tecnología punta que ya disponible en el mercado o desarrollada específicamente. Según Connelly, es el primer experimento controlado en aguas profundas del «mundo real» que simula la emisión desde un depósito de almacenamiento de CO2 sumergido en el mar del Norte. «Demostramos la capacidad de detectar y cuantificar hasta las más pequeñas fugas de CO2 en el medio marino, y de distinguir entre la fuga y las fuentes naturales de CO2».
Identificar, detectar y cuantificar filtraciones de CO2
El equipo de STEMM-CCS recogió las primeras muestras de una chimenea geológica (un cilindro vertical de roca que atraviesa el subsuelo oceánico) en el mar del Norte. Connelly explica: «Usamos las muestras para informar si las características geológicas como las chimeneas pueden actuar como un conducto para el CO2 almacenado. Son fuentes de metano en los sistemas marinos, existe un debate sobre su capacidad para permitir la liberación de CO2». Los miembros del equipo introdujeron un nuevo conjunto de tecnologías de detección para la vigilancia de la CAC, las evaluaciones del impacto ambiental, la recopilación de datos de referencia y otras actividades marinas como la vigilancia de la contaminación. Desarrollaron un instrumento de vigilancia y toma de decisiones en línea que proporciona orientación para identificar y seleccionar las técnicas y tecnologías más apropiadas para la vigilancia ambiental de un sitio de almacenamiento de CO2 en alta mar. Los operadores de la CAC pueden utilizar la herramienta para diseñar estrategias de vigilancia rentables. En STEMM-CCS se aportaron la tecnología y los métodos para evaluar las condiciones existentes en los sistemas marinos, se analizó qué características naturales pueden estar presentes que pueden conducir a la liberación de CO2 de un depósito de almacenamiento y se demostró que la liberación de CO2 puede detectarse con éxito. «Si desarrollamos operaciones de CAC en el mar, las tecnologías ayudarán a aumentar la confianza y la aceptación pública para garantizar que son ambientalmente seguras», concluye Connelly.
Palabras clave
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