Innovación que promete un diagnóstico temprano del Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer (EA) es la causa más frecuente de demencia en adultos mayores de 65 años. En Europa, más de 10,5 millones de pacientes conviven con alguna forma de demencia, entre las cuales la EA representa entre el 60 % y el 80 %. «La EA es una de las enfermedades más temidas de la tercera edad», comenta Romain Verpillot de Alzohis en Francia y coordinador del proyecto NORATEST. «El diagnóstico se experimenta a menudo con conmoción y sentimientos de escepticismo, ira y desesperanza». A pesar de la ausencia de una cura eficaz, los diagnósticos tempranos pueden ayudar a que los pacientes frenen los síntomas con tratamientos farmacológicos y no farmacológicos. Sin embargo, en estos momentos, el diagnóstico de la EA implica procedimientos caros e invasivos, como las tomografías por resonancia magnética nuclear y los análisis del líquido cefalorraquídeo. «Para cuando se diagnostica, los pacientes ya han sufrido una neurodegeneración significativa y posiblemente irreversible, apunta Verpillot. Sin embargo, existe esperanza. Estudios recientes demuestran que la EA comienza antes de la aparición de los síntomas, cuando solo son evidentes deterioros cognitivos leves. «La clave radica en poder distinguir entre el deterioro cognitivo asociado con el envejecimiento normal y las etapas tempranas de la EA. Descubrir biomarcadores tempranos que se relacionen específicamente con cambios asociados a la EA podría permitir a los médicos realizar un diagnóstico de EA más rápido y más preciso».
Diagnósticos tempranos
La empresa francesa Alzohis ha sido pionera en este campo. La empresa ha demostrado con éxito que una combinación de biomarcadores llamados catecolaminas, que son un tipo de neurotransmisor, se pueden medir en muestras sanguíneas. Esto puede predecir la presencia de la EA. Esta conclusión ha abierto las puertas a un nuevo método patentado para el diagnóstico de la EA, basado en los niveles de catecolaminas en plasma. «Noratest es una herramienta basada en el análisis de sangre que creemos puede ayudar al diagnóstico de la EA», explica Verpillot. «Su objetivo es ser utilizada como prueba de primera línea prescrita a pacientes que consulten a un médico por quejas cognitivas caracterizadas». Los resultados se introducen en una plataforma digital. Basándose en los resultados obtenidos por algoritmos, el médico puede decidir la derivación del paciente a un especialista y proceder con otras pruebas diagnósticas adecuadas. «Podríamos ver Noratest como una herramienta de detección de uso rutinario que acelere el diagnóstico en pacientes con sospecha de EA», comenta Verpillot.
Ampliación del alcance comercial
El objetivo del proyecto de cuatro meses, financiado con fondos europeos, era ayudar a la empresa en la ampliación de su red entre los neurólogos de otros países europeos. «En la actualidad, la mayoría de nuestros hospitales asociados se encuentran en Francia», añade Verpillot. El proyecto ha permitido a la empresa trabajar en un estudio clínico paneuropeo. La ampliación de las observaciones de la utilización de las catecolaminas plasmáticas como biomarcadores de la EA en una cohorte internacional de pacientes ayudará a Alzohis a perfeccionar Noratest. «También estamos planificando el estudio de las variaciones genéticas y ambientales entre la población europea», dice Verpillot. «Esto nos ayudará a desarrollar normas que puedan utilizarse por igual en toda Europa». La empresa también tiene puestas sus miras en la ampliación al mercado estadounidense. En última instancia, Noratest tiene potencial para asegurar que los pacientes aquejados de deterioros cognitivos puedan recibir una terapia más efectiva y adecuada de forma oportuna. Esto significa una mejora de la calidad de vida para los ciudadanos y una reducción del coste del tratamiento de la EA, gracias a tratamientos gestionadas de forma temprana. La perspectiva más amplia es que esto pueda ayudar a cambiar la forma en la que la sociedad percibe la EA. «Un sencillo análisis de sangre permite el diagnóstico de los pacientes desde el mismo comienzo del deterioro cognitivo», apunta Verpillot. «Esto les proporciona a ellos y a sus familias tiempo para gestionar la enfermedad con sensibilidad y para conservar la mejor calidad de vida posible».
Palabras clave
NORATEST, Alzohis, Alzheimer, EA, neurodegeneración, demencia, cognitivo, biomarcador