Tecnologías y herramientas para reducir las plagas agrícolas en Europa y China
El proyecto EUCLID, financiado con fondos europeos, ha diseñado métodos de control de plagas más sostenibles para Europa y China. En general, el objetivo era reducir los efectos negativos de los plaguicidas, reducir las pérdidas económicas en la agricultura y ofrecer apoyo científico para las políticas de la Unión Europea y China. «La agricultura afronta muchos desafíos que queríamos abordar mediante el estudio de alternativas a los plaguicidas para el control de plagas en la agricultura», afirma Nicolas Desneux, coordinador del proyecto. Los tomates, las hortalizas de hoja y las uvas fueron los principales cultivos utilizados en la investigación, debido a su importancia económica en Europa y China.
Alternativas a los plaguicidas para el control de plagas
Los socios del proyecto EUCLID desarrollaron y probaron el potencial de las nuevas o poco estudiadas tecnologías de gestión integrada de plagas (GIP). «La ventaja de las tecnologías de GIP es que se centran en las principales plagas y patógenos de los cultivos comercializados en todo el mundo», explica Desneux. «Utilizar las tecnologías del proyecto EUCLID permite reducir significativamente los residuos de plaguicidas en las frutas y hortalizas cosechadas». Entre dichas tecnologías, los miembros del proyecto EUCLID estudiaron los agentes de control macrobiológico y microbiológico para el control de varias plagas. Los agentes de control macrobiológico combatieron con eficacia el minador de las hojas de tomate, causante de grandes pérdidas de cultivos en la producción de tomates. También analizaron nuevas tecnologías como la técnica del insecto estéril para luchar contra las polillas de la col y el método del ARN de interferencia (ARNi), inofensivo para polinizadores y enemigos naturales, ante diversas plagas. Una tecnología de GIP especialmente prometedora, un bioestimulante basado en calcio pulverizado en cultivos de tomate y uvas, resulta eficaz ante el oídio. Este producto está a la venta en Italia, pero aún no ha sido registrado en toda Europa. «Dado que es un bioestimulante, el proceso de registro debe ser rápido, lo que hace que incluso sea más atractivo para otros países», afirma Desneux.
Apoyar la toma de decisiones y el conocimiento sobre GIP
Durante el proyecto EUCLID se crearon diversos artículos científicos, directrices y herramientas basadas en la web que apoyan la gestión sostenible de plagas. Algunos de los resultados principales incluyen indicadores de la competitividad económica, la sostenibilidad medioambiental, las preferencias de los consumidores y las necesidades políticas, así como directrices sobre la utilización del compost para controlar enfermedades de las plantas y los beneficios de la GIP para los usuarios finales. Los paquetes sobre GIP tienen soluciones y estrategias para fomentar la adopción de la GIP por parte de agricultores que cultivan uvas, hortalizas de hoja y tomates. Se han creado herramientas de apoyo a la toma de decisiones para reducir la cantidad de plaguicidas en las uvas y utilizar los plaguicidas de forma óptima. La herramienta de evaluación del paquete GIP valora el potencial que tiene cada una de las tecnologías desarrolladas en lo relativo a su rendimiento económico, social y medioambiental. La amplia transferencia de conocimientos y las actividades de difusión, como los intercambios entre agricultores y asesores agrícolas en experimentos de campo realizados en siete países y las entrevistas con consumidores y responsables políticos, han ayudado a sensibilizar y acelerar la adopción de la GIP en la agricultura. Se han publicado más de treinta y cinco artículos de acceso libre y se han organizado más de sesenta charlas en conferencias internacionales. La inclusión de China y la transferencia de tecnología a dicho país también puede impulsar la rápida adopción de la GIP entre continentes. Además, las tecnologías sin plaguicidas deberían tener una repercusión positiva en el medio ambiente, especialmente en la salud de los agricultores y los consumidores. «Al ofrecer nuevas innovaciones para reducir la presión de las plagas en cultivos esenciales, el proyecto EUCLID ha aportado soluciones prometedoras para la agricultura», concluye Desneux. «En último término, ello reducirá la dependencia que tienen los agricultores europeos y chinos respecto a los plaguicidas químicos».
Palabras clave
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