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In-service intrusive Non-Destructive Testing of above ground and underground petrochemical storage tank floors and walls to detect corrosion

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Un inspector robotizado revisa los tanques industriales desde dentro

La inspección de los tanques de líquidos industriales es difícil y peligrosa, por lo que el trabajo se le ha encomendado a un robot.

Los líquidos industriales, incluidos los combustibles hidrocarbúricos volátiles, no se producen previa solicitud, sino que se almacenan. Con el paso del tiempo, los tanques de almacenamiento sufren corrosión y degradación. Para evitar fallos, que tendrían unas consecuencias ambientales catastróficas, es necesario inspeccionar los tanques con regularidad. Las inspecciones tradicionales de los tanques son enormemente problemáticas e inconvenientes. En primer lugar, el líquido debe drenarse y transportarse. Después, los inspectores deben acceder físicamente al tanque, un entorno tóxico y peligrosamente explosivo. El proyecto TankRob (In-service intrusive Non-Destructive Testing of above ground and underground petrochemical storage tank floors and walls to detect corrosion), financiado con fondos europeos, desarrolló un sistema superior de inspección que emplea un robot. El robot debía diseñarse para que operase con seguridad en un entorno explosivo, ya que el líquido va a permanecer en el tanque mientras el sistema está en funcionamiento. Un objetivo fundamental del proyecto era obtener la certificación con arreglo a la directiva ATEX europea, que consta de códigos de diseño utilizados para los equipos que se emplean en entornos explosivos.

Conveniente y seguro

Tal y como explica Nico Avdelidis, coordinador del proyecto: «TankRob es un robot rastreador que consta de tres piezas». Estas piezas son: el rastreador, que funciona dentro de los tanques; la estación de control, situada lejos del tanque; y un cable umbilical, que conecta las otras dos piezas. «El rastreador evalúa el interior del tanque mientras está lleno de líquido». Básicamente, el rastreador es una caja de acero inoxidable de unos 50 cm2 y aproximadamente 25 cm de altura. Parece un minivehículo blindado. Las ruedas de cada esquina tienen una tracción independiente y ofrecen adherencia en superficies deslizantes. En la parte superior, una unidad de sonar giratoria ayuda al dispositivo a ubicarse en el interior del depósito. La parte delantera del robot cuenta con una pequeña ventana con una cámara y potentes luces led a cada lado para que el operario pueda ver en la oscuridad. El operario se sitúa a una distancia segura del tanque. Para evitar el riesgo de que una chispa haga detonar la atmósfera volátil, el robot se apaga mientras se introduce en el tanque. Después, la máquina lleva a cabo una autocomprobación intrínsecamente segura en la que hace una medición de la temperatura y la presión internas y externas. Si la temperatura es inferior a 40 °C y el sensor de presión indica que el robot está situado en el fondo del tanque de manera segura y que no tiene pérdidas, el dispositivo se encenderá para realizar la inspección.

Evaluar las paredes del tanque

El rastreador remolca un equipo de ensayo no destructivo que determina el grosor de la pared del tanque. «El robot puede realizar una inspección completa del tanque para identificar zonas afectadas por corrosión o puede conducirse a una zona de interés previamente identificada para determinar si la corrosión se ha acelerado desde la última inspección», añade Avdelidis. Una vez finalizada la inspección, el operario conduce al robot de vuelta al punto de entrada para extraerlo. A continuación, el robot se apaga de nuevo (a excepción del sistema de seguridad) y se eleva a través del líquido y la capa de gas explosivo. Finalmente, se limpian el robot y el cable umbilical, y se alejan del entorno peligroso. Tras pasar unas pruebas exhaustivas, TankRob obtuvo la certificación ATEX y ya está listo para comercializar. Al principio, el equipo se orientará al mercado de la UE y ya ha entablado conversaciones con clientes potenciales en Grecia y Chipre. Con el tiempo, el proyecto se orientará al mercado mundial. TankRob reduce el riesgo de fuga de sustancias químicas durante el transporte, lo que provocaría daños medioambientales. Además, ya no es necesario drenar los tanques, lo cual permite ahorrar tiempo y dinero. Sobre todo, el nuevo sistema reduce el riesgo para los inspectores, que ya no tienen que entrar en el tanque para nada.

Palabras clave

TankRob, robot, tanques, rastreador, inspección, explosivo, líquido industrial, seguridad

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