La Comisión examina la financiación del ITER
El 5 de mayo la Comisión Europea aprobó una comunicación en la que justifica la creación de un marco financiero sostenible para el Reactor Termonuclear Experimental Internacional (ITER). Los Estados miembros de la UE deberían prestar ayuda financiera a este proyecto, que costará 4.500 millones de euros más que los 2.700 millones calculados en un principio, indica la Comisión Europea. En un memorando, la Comisión explica que debería acordarse la ayuda financiera que otorgarán los Estados miembros durante el ciclo de vida del proyecto, así como un mecanismo de gestión de otras posibles subidas del presupuesto, todo ello sometido a un tope máximo. El documento incluye un desglose financiero que muestra que se necesitan cerca de 1.400 millones de euros para sufragar los incrementos en los costes estimados de la contribución de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (Euratom) al ITER en 2012 y 2013. Dos formas de aumentar esta financiación son la obtención de más fondos de los Estados miembros y la subida del límite presupuestario de la UE. El ITER es un proyecto de escala internacional en el que colaboran especialistas de toda la UE, China, India, Japón, Rusia, Corea del Sur y Estados Unidos. Se trata de un reactor experimental que generará energía por medio de la fusión nuclear, tal y como ocurre en el Sol y las estrellas. La energía de fusión se genera cuando múltiples átomos con la misma carga unen sus fuerzas y dan lugar a un núcleo más pesado. Las pruebas realizadas en el pasado arrojaron resultados satisfactorios que indican que este proceso puede reproducirse en la Tierra. La finalidad primordial del ITER es demostrar la viabilidad científica y tecnológica de utilizar la fusión nuclear como fuente de energía a gran escala. Según el acuerdo internacional suscrito por los socios de ITER en 2006 y aplicado en 2007, el proyecto tendrá una duración de 35 años: 10 años de construcción, 20 años de funcionamiento y 5 años para el desmantelamiento de las instalaciones del ITER. «La puesta en marcha del proyecto ITER supuso un hito importante en el desarrollo de la colaboración en ciencia de primer orden», se lee en el memorando. «Para Europa, este proyecto constituye un emblema de la capacidad de la UE para asumir un papel de liderazgo a nivel mundial en ciencia y tecnología. La organización del ITER representa un modelo posible de cara a futuros proyectos de infraestructuras internacionales y a gran escala usadas en colaboración. Por consiguiente, la materialización del ITER supone una prueba para la futura colaboración científica entre la UE y el resto del mundo en proyectos a gran escala.» Los socios del ITER afirman que los resultados de este proyecto podrían suponer un refuerzo considerable para el sector energético al ofrecer energía más económica y más segura, prácticamente ilimitada y sin emisión de dióxido de carbono (CO2). En el terreno de la seguridad, la probabilidad de que las centrales energéticas de esta clase sufran accidentes de fusión o reacciones incontroladas es muy baja. Una vez en marcha en Cadarache (Francia), el reactor del ITER contará con una capacidad generadora de energía de fusión de 500 millones de vatios y más adelante constituirá la base de una central energética de demostración denominada DEMO. La fase final del proyecto consistirá en la comercialización de la energía de fusión. La Comisión Europea ha señalado que alrededor del 75% de la aportación total europea al ITER conducirá a contractos con empresas de alta tecnología de Europa. La UE ha señalado que la buena marcha del proyecto debería conseguirse asumiendo riesgos financieros y técnicos razonables y sin costes excesivos para las arcas de Europa. En definitiva, la UE tiene el objetivo de «hacer de Europa una economía próspera y sostenible que se sitúe a la cabeza de la economía mundial en una amplia gama de tecnologías energéticas limpias, eficientes y con baja emisión de carbono que constituirían el motor de su prosperidad y un factor esencial para el crecimiento y el empleo». Esta es la meta establecida en el Plan Estratégico Europeo de Tecnología Energética (EETE), que persigue «completar la construcción de la instalación de fusión nuclear ITER y asociar rápidamente a la industria a la preparación de acciones de demostración». En primer lugar, los socios del ITER deben acordar las condiciones de partida del proyecto: las especificaciones y el calendario de las distintas fases de construcción del reactor de fusión nuclear, así como los costes. La Comisión Europea indicó que dichas condiciones de partida deberán acordarse en la próxima reunión del Consejo del ITER, programada para mediados de junio del presente año.
Países
China, Francia, India, Japón, Corea del Sur, Rusia, Estados Unidos