La ventaja migratoria de las aves más gruesas
Los pájaros con gran cantidad de grasa corporal se detienen a alimentarse menos tiempo durante la migración, logran llegar antes a las zonas de apareamiento y anidar en los mejores sitios, según indica una nueva investigación. Los descubrimientos, publicados en la revista Biology Letters, subrayan la importancia de proteger las zonas de nidada de los pájaros migratorios, ya que éstos sólo son capaces de completar su trayecto si disponen en el camino de zonas con abundancia de alimento como insectos, néctar y polen. Las aves migratorias pequeñas tienen que hacer paradas para reponer su reserva de grasas, sobre todo tras cruzar océanos o desiertos de grandes dimensiones. Los factores que influyen en la duración de estas paradas son el clima, la disponibilidad de alimento y factores internos como la urgencia instintiva de reemprender la marcha. Los científicos sospechan desde hace tiempo que uno de los principales factores determinantes de la duración de la parada es la cantidad de reservas de grasa de las aves, pero hasta ahora no se habían realizado experimentos adecuados al respecto. En este estudio, investigadores de Alemania e Italia compararon la duración de las paradas que hicieron currucas mosquiteras (Sylvia borin) delgadas y gruesas en la pequeña Isla de Ventotene, situada en la costa occidental de Italia, lugar de paso de muchos pájaros cantores en su ruta migratoria. El equipo capturó varios pájaros durante dos mañanas de mayo de 2009 y registraron y valoraron su grasa subcutánea en una escala de cero a ocho. Eligieron diez pájaros delgados (con un índice de cero o uno) y diez pájaros más gordos (con índices de tres o cuatro) y los marcaron con radiotransmisores temporales. A continuación controlaron a intervalos regulares la señal de los transmisores desde la isla hasta que dejaron de recibir señales. Los resultados no dejaron lugar a dudas. «Las currucas mosquiteras gordas son capaces de hacer paradas más cortas para recuperar las grasas perdidas durante el viaje anual hacia sus lugares de nidada», afirmó Wolfgang Goymann del Instituto Max Planck de Ornitología (Alemania). Los pájaros más gordos se detuvieron una media de menos de nueve horas en la isla y todos excepto uno dejaron la isla el mismo día en el que fueron etiquetados. En cambio, los más delgados pasaron en la isla una media de 41 horas antes de proseguir su migración. «Entendemos que la mayoría de los pájaros habían llegado a la isla la misma mañana que los atrapamos», comentó el Dr. Goymann. «Sin embargo, aunque este no fuera el caso, nuestros datos revelan sin lugar a dudas que las currucas mosquiteras con mayor grasa sólo esperaron hasta que cayó la noche para reanudar el trayecto. Por el contrario, los pájaros más delgados debieron esperar hasta acumular reservas de grasas suficientes para el siguiente tramo de su viaje.» «Hemos llegado a la conclusión de que las reservas de grasa determinan la duración de las paradas de las currucas mosquiteras migratorias», escriben los investigadores. Aclaran además que las condiciones climatológicas fueron ideales para la migración durante todo el periodo de estudio y que las diferencias entre los dos grupos se deben probablemente a factores internos como distintos niveles de grasa. En el estudio también participaron investigadores del Instituto de Investigación y Protección del Medio Ambiente (ISPRA) y la Universidad de Ferrara (Italia).
Países
Alemania, Italia