El mal tiempo y su efecto en la migración del papamoscas
Se cree que las aves migratorias están experimentando dificultades para adaptarse al cambio climático debido a una adherencia estricta a su calendario migratorio, pero unos científicos europeos han descubierto que éste no es el caso del papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca). Esta especie parece ser capaz de adelantar su migración, lo que sugiere una capacidad de adaptación adecuada a largo plazo. Los científicos indican, no obstante, que estas aves podrían estar sufriendo retrasos en la última etapa de su viaje debido a condiciones climatológicas adversas. Los resultados del estudio se han publicado en la revista Current Biology. El papamoscas cerrojillo es una de las especies de pájaros migratorios que más estudios ha generado durante los últimos cincuenta años. La bibliografía generada proporciona a la comunidad científica una base para estudiar su evolución, sobre todo en lo tocante al efecto que podría ejercer el cambio climático sobre sus hábitos de cría. Su estudio también ofrece gran cantidad de información sobre los cambios estacionales de zonas boscosas pues en ellas se encuentra su hábitat natural. Uno de los autores del estudio, el Dr. Christiaan Both de la Universidad de Groninga (Países Bajos), explicó que los bosques experimentan un aumento de la población de insectos a principios de primavera. «Si los pájaros no llegan a tiempo de aprovechar este repunte en la disponibilidad de alimento para criar a sus polluelos, no podrán sacar adelante a suficientes crías como para mantener su población», aclaró. Durante el periodo migratorio primaveral el papamoscas cerrojillo ha de viajar entre 5.000 y 9.000 kilómetros desde su morada invernal, en el oeste de África, hasta sus zonas de cría, en distintos países europeos y zonas de Siberia (Rusia). En el estudio realizado se concluye que los pájaros tardaron seis días en viajar desde el norte de África hasta los Países Bajos y otros seis hasta alcanzar la zona central de Suecia. Sólo una pequeña proporción de los pájaros que emprenden el camino sobrevive a un trayecto tan exigente. Los científicos observaron que estas aves partieron y alcanzaron el norte de África en 2002 diez días antes que en 1980. No obstante, descubrieron que las aves llegaron a sus zonas de cría en las mismas fechas que sus semejantes veinte años antes. Este retraso sugiere que su travesía por Europa se vio obstaculizada por condiciones medioambientales adversas. El Dr. Both indicó que los pájaros están respondiendo al cambio climático mediante una flexibilización de la fecha de inicio de su viaje, y añadió que la respuesta al cambio climático es menos directa en la naturaleza. Por ejemplo, los pájaros tienen crías cada vez con mayor antelación y éstas nacen antes de lo normal en primavera. «Llevamos mucho tiempo advirtiendo que las aves migratorias tienen dificultades para adaptarse al cambio climático porque el momento en el que parten en primavera suele ser fijo y no admite variaciones», aclaró el Dr. Both. «Ahora observamos que si nacen antes también emigran antes, de modo que el momento en el que migran se ha adelantado en estos últimos veinticinco años. Por tanto, el motivo de que los pájaros no lleguen antes a su destino no es que no salgan antes, sino que las circunstancias de su paso por el sur de Europa no han mejorado.»
Países
Países Bajos