Mapas del JRC en apoyo de las labores de rescate en Haití
Una evaluación preliminar de los daños basada en imágenes de satélite y publicada por el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea desvela que en el terremoto del 12 de enero en Haití resultaron dañados o destruidos más de 4.000 edificios. La Comisión Europea está colaborando en las labores de ayuda en Haití de muchas maneras. Un importante aspecto del trabajo de la UE en este país azotado por el desastre consiste en la obtención de datos y elaboración de mapas, que muestran que en Puerto Príncipe, la capital del país, y en la ciudad vecina de Carrefour, el terremoto de grado 7,0 de magnitud provocó el derrumbe de unos 2.000 edificios de viviendas, gubernamentales, educativos y sanitarios. Los mapas, que ponen de manifiesto la envergadura de los daños y la destrucción que ha sufrido la ciudad, están basados en el análisis de imágenes de alta resolución captadas por satélite de la zona de Puerto Príncipe antes y después del terremoto. Dado que este tipo de imágenes no muestra los daños sufridos en el interior de los edificios, es muy probable que el análisis de los mapas subestime la magnitud de la catástrofe. Las valoraciones rápidas de daños aportan información valiosa a gobiernos y fuerzas de rescate para planear las medidas de auxilio y reconstrucción. Por otro lado, un equipo de investigación dirigido por el profesor John McCloskey de la Universidad del Ulster (Reino Unido) acaba de publicar un nuevo estudio en la revista Nature Geoscience en el que se insta a las organizaciones humanitarias gubernamentales y no gubernamentales a actuar con antelación para salvar vidas ante un futuro evento sísmico y no esperar a que se produzca. «No podemos seguir rehusando lo inevitable», afirmó el profesor McCloskey. «Los terremotos son una realidad, matan gente, y matarán cada vez más si no nos organizamos adecuadamente. Debemos empezar ahora mismo.» El grupo de investigación del Dr. McCloskey analizó el seísmo responsable del maremoto del 26 de diciembre de 2004. Su equipo había alertado de la posibilidad de un terremoto en la región de Sumatra, en el Océano Índico, diez días antes de que efectivamente se produjera otro en septiembre de 2009 en Padang (Indonesia) en el que perecieron más de mil personas. Desde hace varios años se advierte de la posibilidad de un terremoto al oeste de Sumatra debido a que las colisiones entre las placas oceánicas índica y asiática han almacenado gran cantidad de energía durante los últimos doscientos años. «Es como un arco», aclaró el profesor McCloskey. «La energía se almacena durante cientos de años al deformarse y doblarse las placas tectónicas. A continuación toda esta energía se libera en cuestión de segundos y genera un enorme terremoto que en ocasiones flexiona el fondo marino y da lugar a un maremoto. Todos los indicadores apuntan en la misma dirección en el caso de Sumatra Occidental: va a producirse otro terremoto y podría desatarse en cualquier momento.» El profesor McCloskey admitió que la ciencia no está en poder de ofrecer todas las respuestas, pero afirmó que se puede hacer mucho para prepararse ante un terremoto. «Sabemos que este terremoto se va a producir y puede que dispongamos de años o incluso décadas para protegernos de él», afirmó. «Debemos trabajar con urgencia para prepararnos si no queremos volver a presenciar escenas horribles de niños muriendo por no disponer de unos pocos puntos de sutura o de una escayola para una pierna rota. El terremoto de septiembre en Padang y la tragedia de Haití ponen de relieve la importancia de la preparación previa.»
Países
Haití, Reino Unido