«Entre la espada y la pared» de dos placas tectónicas
Una expedición internacional de perforación a la Depresión de Nankai, situada al suroeste de Japón, una de las zonas sísmicas más inestables del mundo, ha descubierto una marcada variación en las fuerzas tectónicas internas. La expedición NanTroSEIZE («Nankai Trough SEIsmogenic Zone Experiment») 314 midió las características geológicas de la roca y la porosidad, velocidad acústica, rayos gamma naturales, resistividad y densidad de los sedimentos. La primera fase del experimento concluyó con éxito en noviembre tras una campaña de perforación de 56 días de duración en cinco puntos del prisma de acreción de la falla (masa de sedimentos que se acumula en forma de cuña en la zona de contacto entre dos placas que convergen). Los sondeos alcanzaron hasta los 1.400 metros por debajo del lecho marino. NanTroSEIZE es una iniciativa multinacional y multidisciplinaria en la que participan investigadores en ciencias de la Tierra, paleoceanógrafos, sedimentólogos, geofísicos y geólogos provenientes de veintiún países. La participación europea en el experimento es coordinada por el Consorcio Europeo de Perforación Científica Oceánica (ECORD), financiado con cargo al Sexto Programa Marco de la UE. «La roca presa de la zona de subducción se está literalmente cayendo a pedazos como consecuencia de la intensidad de la convergencia de las placas tectónicas», explica Harold Tobin, científico de la Universidad de Wisconsin-Madison (Estados Unidos) que colidera la expedición. «Los sondeos realizados mediante un corte transversal de la zona de generación de tsunamis han mostrado en la región situada por encima de la zona sísmica condiciones de tensión muy diferentes con respecto a otras partes del área de contacto entre las placas.» «Atrapado entre dos placas tectónicas rígidas convergentes, el prisma está experimentado las presiones que acompañan a la formación de un nuevo terremoto», indica el codirector científico Masataka Kinoshita, del Instituto de investigación de la evolución de la Tierra (IFREE) de la Agencia japonesa de ciencias y tecnologías marinas y terrestres (JAMSTEC). Los investigadores a bordo del buque de perforación submarina Chikyu hallaron, además, en una de las zonas de exploración una región rica en hidratos de metano situada justo a unos 220-400 metros por debajo del lecho marino. Se cree que esta forma de agua sólida, también conocida como hielo de metano, se desarrolla en el lecho marino y en las profundidades de las estructuras sedimentarias por migración del gas procedente de las entrañas de la Tierra a través de las fallas geológicas. El gas se cristaliza en contacto con el agua fría del mar como resultado de la diferencia de temperatura y de presión. El hielo es considerado por algunos expertos como una próxima fuente de energía fósil, por las grandes cantidades de metano que contiene. Otros, en cambio, alertan que el metano es un potente gas de efecto invernadero, que bien pudo ser la causa de anteriores cambios climáticos y podría contribuir a futuras alteraciones. El experimento está programado, en cuatro etapas, hasta el año 2012. La segunda fase empezó al zarpar la expedición 315 para la Depresión de Nankai nada más regresar la expedición 314. La 315 y la siguiente explorarán nuevamente las zonas de sondeo con el fin de tomar continuamente muestras de la parte superior del prisma de acreción activo y a lo largo de las fallas de contacto de las placas.