El cambio climático ahoga los ecosistemas de las profundidades marinas
El cambio climático afecta en gran medida a las profundidades oceánicas y sus ecosistemas, según señala un estudio publicado recientemente en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS). Los autores, un equipo de investigadores británico-estadounidense, indican que es muy probable que la cadena trófica situada a varios miles de metros bajo la superficie del mar sufra graves alteraciones debido al cambio climático. Los científicos basan su afirmación en datos recopilados en dos estaciones de observación situadas en el mar, la primera al suroeste de Irlanda («Observatorio de la Llanura Abisal Porcupine») y la segunda en la zona media de la costa de California («Estación M»). El Observatorio de la Llanura Abisal Porcupine, situado a una profundidad de cerca de 5.000 metros en el noreste del Atlántico, a varios cientos de kilómetros de la costa irlandesa, es financiado por medio de las Redes de Excelencia comunitarias MARBEF («Biodiversidad marina y funcionamiento de ecosistemas») y ESONET («Red europea de observatorios marinos»), ambos financiados mediante el área temática «Desarrollo sostenible, cambio global y ecosistemas» del Sexto Programa Marco (6PM) de la UE. «Las variaciones provocadas por el clima afectan a las comunidades oceánicas que habitan tanto en la superficie como en el poco estudiado fondo marino e influirán en el ciclo del carbono global», se lee en el artículo. «La información extraída de estas dos zonas submarinas tan distantes entre sí aporta pruebas contundentes de que los cambios climáticos son capaces de influir en los procesos de los fondos marinos. Sin embargo, la limitada cobertura geográfica de [...] los estudios existentes [...] pone de manifiesto la importancia de ampliar a escala global los trabajos de vigilancia de los ecosistemas de las profundidades submarinas, en vista del rápido cambio climático actual.» El análisis de los datos indica que la disponibilidad de alimento en las profundidades submarinas, ya de por sí sujeta a variaciones estacionales, podría verse afectada por el cambio climático debido al impacto de éste último en los procesos oceánicos que transportan nutrientes hasta el fondo de los océanos. Dichos procesos son las surgencias de origen eólico, la profundidad a la que se produce la mezcla de las aguas superficiales y el aporte de nutrientes a las aguas superficiales por medio de las tormentas de arena. «Los cambios en la temperatura superficial del océano influyen en la estratificación y pueden modificar la disponibilidad de nutrientes necesarios para la producción de fitoplancton», se explica en el artículo. «Se prevé que el calentamiento global aumentará la estratificación y reducirá la mezcla que se produce en sentido vertical.» Debido al menor intercambio entre las distintas capas oceánicas, la materia orgánica que alimenta a los organismos de las profundidades no se precipitará hasta el fondo en la misma cantidad que antes. Los resultados pueden ser catastróficos. Por ejemplo, el equipo del autor principal, el Dr. Ken Smith del Instituto de Investigación Acuática de la Bahía de Monterrey (MBARI, Estados Unidos), descubrió que la población de granaderos, uno de los grupos de peces más importantes que habitan las profundidades marinas, se duplicó entre 1989 y 2004 en la zona de la Estación M californiana. Este aumento se atribuyó a una acentuación sustancial del cambio climático y a la pesca comercial. En cambio, una especie de cohombro de mar, antes común, prácticamente desapareció después de 1998, un suceso probablemente relacionado con el fenómeno de El Niño. Los investigadores observaron fluctuaciones similares en la Llanura Abisal Porcupine, todas relacionadas con la cantidad y tipo de alimento que llegaba hasta el fondo del océano. Los científicos señalan que aún no se conocen bien estos procesos e interdependencias y que por ello es necesario profundizar las investigaciones. Al mismo tiempo, descubrimientos como los realizados por el equipo de investigación deberían tenerse más en cuenta en el debate en torno al cambio climático. «Los procesos que se dan en la mayor parte de la superficie terrestre se definen de manera muy rudimentaria en la mayoría de los modelos que simulan el ciclo del carbono y rara vez se tienen en cuenta en los debates sobre la variación climática global», advierte el artículo. «Esta mentalidad del tipo "ojos que no ven, corazón que no siente" pasa por alto la gran extensión de las profundidades oceánicas y debe evitarse, sobre todo si se tienen en cuenta las series temporales de datos obtenidas en estas dos importantes cuencas oceánicas, que muestran que las profundidades marinas sufren en gran medida la variación climática en diversas escalas de tiempo.»
Países
Reino Unido, Estados Unidos