Partículas diminutas para administrar fármacos de forma localizada gracias a un proyecto comunitario
El proyecto financiado con fondos comunitarios SonoDrugs se encuentra en la fase de desarrollo de unas cápsulas de tamaño minúsculo que servirán para transportar dosis de fármacos por el torrente sanguíneo. Dichas cápsulas se guiarán mediante técnicas de imagen hasta un punto concreto en el que se encuentre una enfermedad. Una vez allí, el fármaco se activará por pulsos de ultrasonido. Se espera que esta nueva tecnología, diseñada para su aplicación a las enfermedades cardiovasculares (ECV) y el cáncer, mejore radicalmente la eficacia terapéutica. El proyecto ha recibido 10,9 millones de euros mediante el Séptimo Programa Marco (7PM) y reúne a quince socios académicos e industriales de toda Europa. El cáncer y las enfermedades cardiovasculares son dos de las causas más comunes de muerte. Sólo en la UE se registraron 1,9 millones de muertes causadas por ECV en 2003 y 1,2 millones debidas al cáncer en 2004. Los tratamientos actuales se basan en dosis que afectan a todo el cuerpo, son difíciles de controlar y a menudo tienen efectos secundarios perniciosos. Uno de los objetivos de SonoDrugs es asegurar que los fármacos para combatir el cáncer o las enfermedades cardiovasculares aporten el máximo beneficio posible al paciente activándose únicamente allí donde encuentren tejido enfermo. Esta característica no sólo permitiría una administración más eficiente del medicamento, sino que también evitaría el problema de que todos los órganos vitales del cuerpo reciban dosis farmacológicas que no van dirigidas a ellos. Los investigadores están trabajando para desarrollar cápsulas microscópicas (de 100 a 2.000 nanómetros de diámetro) cargadas con medicamentos que puedan alcanzar el tejido enfermo a través del sistema circulatorio y liberar una dosis del fármaco a discreción. El mínimo tamaño de las cápsulas les permitiría navegar incluso por los capilares más estrechos hasta el mismo centro del tejido enfermo. Las dosis viajarían en el interior de las partículas o adosadas a la cápsula. Se diseñarán dos tipos de partículas: una cuya cápsula se disolverá por calor o ultrasonidos y otra de mayor tamaño que se descompondría bajo la presión de pulsos de ultrasonidos. Ya existe en el mercado una variante de este segundo tipo de partícula, denominada a menudo microburbuja, que se emplea como agente de contraste en ecografías. Para detectar si la cápsula ha alcanzado su objetivo se empleará resonancia magnética funcional (RMf) en tiempo real, la cual es ideal para el proyecto puesto que mide las temperaturas puntuales de los tejidos, localiza lesiones y permite hacer un seguimiento a partículas de forma muy sencilla. Una vez que alcanzan su destino, se fuerza a las partículas cargadas con el fármaco a liberarlo mediante la presión o el calor que aplicarían unos pulsos de ultrasonidos. El sistema de administración de fármacos guiado por RMf de SonoDrugs se centra en el tratamiento del cáncer. También se desarrollarán técnicas de RMf que sean al mismo tiempo capaces de detectar la llegada de las partículas marcadas y cargadas con el fármaco hasta el punto donde se encuentre la enfermedad, medir el efecto calorífero de los pulsos de ultrasonidos y supervisar la administración del fármaco liberado por calor por parte de las partículas. Los socios del proyecto explorarán tratamientos posibles para las ECV en los que los ultrasonidos sirvan como técnica de diagnóstico por imagen y además induzcan la administración del fármaco contenido en las microburbujas sensibles a la presión. Uno de los socios, Philips Royal Electronics, adaptará la tecnología de microburbujas que ya posee para que permita administrar fármacos. SonoDrugs también hará uso de su sistema integrado de investigación de RMf y ultrasonidos. Henk van Houten, vicepresidente senior de Philips Research, declaró que «las nuevas opciones terapéuticas como la administración de fármacos por estímulo externo en el lugar concreto en el que se encuentra la enfermedad dan motivos para vislumbrar una mejora considerable de los cuidados médicos». «Somos conscientes de que las técnicas médicas de imagen son solamente uno de los diversos medios necesarios para hacer realidad esa mejora. No obstante, la gran variedad de especialistas reunidos en el proyecto SonoDrugs nos deja muy bien situados para conseguir que los pacientes y los profesionales sanitarios tengan a su alcance métodos para la administración de fármacos guiada por técnicas de imagen.» Los investigadores también examinarán el potencial de las microburbujas rellenas de gas para favorecer la absorción de medicamentos en los sitios deseados mediante «sonoporación». Ésta consiste en que las microburbujas de gas se rompan en respuesta a la presión inducida por un pulso de ultrasonidos. Si la ruptura se produce cerca de una célula viva, su membrana queda impregnada y se vuelve más porosa, lo que facilita la penetración de moléculas farmacológicas de gran tamaño. Este proceso puede tener bastante utilidad para reducir la elevada dosis que requiere el sistema convencional de administración, que afecta a todo el organismo. Este mecanismo aún no se conoce a la perfección por lo que supone un campo de investigación interesante para el proyecto.