Nuevos linfocitos capaces de detectar las distintas apariencias del VIH
Investigadores del Reino Unido y Estados Unidos han creado un leucocito que es capaz de reconocer cepas del VIH-1 que suelen pasar desapercibidas al sistema inmunitario. La nueva «célula asesina» creada por este equipo científico podría atacar este camaleónico virus y, quizás, ralentizar o incluso impedir el desarrollo del SIDA en las personas infectadas. En la edición electrónica de la revista Nature Medicine se ha publicado un artículo al respecto. Se calcula que en 2007 había en el mundo 33 millones de personas portadoras del VIH. La resistencia al tratamiento con medicamentos antirretrovirales, cuya función es retrasar el desarrollo del SIDA, se está convirtiendo en un problema cada vez más agudo. Dar con fármacos nuevos y de coste más asequible para combatir este virus tan destructivo es de la mayor importancia y constituye una de las principales prioridades políticas. El VIH se replica y muta con rapidez valiéndose de una amplia variedad de mecanismos para evitar ser detectado por el sistema inmunitario. Una de sus estrategias más eficaces para escapar a los linfocitos T es su capacidad de ocultar sus «huellas moleculares», antígenos que delatan la presencia de virus al presentarse normalmente en la superficie de las células infectadas. En condiciones normales, estas huellas, denominadas epítopos, son detectadas por los linfocitos T, que a su vez activan una respuesta inmune. «Cuando el organismo articula una reacción contra el VIH con linfocitos T efectores», explicó el profesor Andy Sewell de la Universidad de Cardiff (Reino Unido), «el virus es capaz de modificar la huella molecular que buscan los linfocitos en apenas unos días. Es imposible localizar y destruir algo que tiene la capacidad de ocultarse con tanta rapidez. Hace ya más de una década, cuando observamos la rapidez con la que este virus era capaz de escapar al sistema inmunitario, supimos que nunca habría una vacuna convencional contra el VIH.» Los investigadores centraron sus esfuerzos en diseñar una estrategia para la detección de los distintos «disfraces» que adopta el VIH-1 para dar con él, debilitarlo y, si fuera posible, aniquilarlo. Empleando un antígeno denominado SL9 (que obliga al VIH a mutar, reduciendo así su aptitud), crearon un receptor de linfocitos T efectores capaz de reconocer las distintas apariencias adoptadas por el virus para evitar ser detectado. Este receptor se adhirió a linfocitos T efectores, los cuales lograron a continuación destruir células infectadas con el VIH en condiciones de cultivo. «El receptor de linfocitos T es el mecanismo de la naturaleza para encontrar células infectadas y eliminarlas. Se ha creado exclusivamente para cumplir esa función, pero probablemente fracase con el VIH por su asombrosa capacidad de mutación», según el Dr. Bent Jakobsen, de la empresa con sede en el Reino Unido que tiene la propiedad de esta nueva tecnología. «Al enfrentarse a las células asesinas que hemos creado, el virus o bien muere, o bien se ve obligado a cambiar su apariencia repetidamente, proceso por el que se va debilitando», afirmó el profesor Sewell, quien puntualizó que es más probable que estas nuevas células consigan debilitar al virus, más que matarlo. «Aunque sólo consiguiéramos vulnerar el virus, ya de por sí sería positivo, ya que éste se convertiría en una presa más lenta y fácil de eliminar. Probablemente, este debilitamiento del virus mermaría su capacidad de transmitirse por la población y podría contribuir a ralentizar o incluso prevenir el desarrollo del SIDA en los infectados con el VIH.» Ya está prevista para el año próximo la realización de ensayos clínicos en Estados Unidos con los linfocitos T efectores artificiales, si bien se está a la espera de la aprobación por las autoridades competentes. Según el profesor Rodney Phillips de la Universidad de Oxford, donde se inició esta colaboración científica en 2003: «Hasta ahora nadie ha logrado erradicar el virus por medios naturales. El uso de células inmunes modificadas artificialmente de la manera descrita servirá para comprobar si somos capaces de potenciar de forma segura la respuesta natural para eliminar las células infectadas. Si resulta eficaz, esta tecnología podría aplicarse a otros agentes infecciosos.» «Por el momento hemos conseguido crear un receptor capaz de detectar las huellas clave del VIH y de erradicar la infección de este virus en el laboratorio», indicó el Dr. Jakobsen. «Si conseguimos reproducir estos resultados en condiciones clínicas, por fin dispondríamos de una terapia muy potente.»
Países
Reino Unido