Tejidos en lugar de pruebas con animales vivos para predecir la toxicidad
Investigadores del Instituto Fraunhofer de Toxicología y Medicina Experimental (ITEM) están investigando métodos alternativos a la experimentación masiva con animales para examinar alérgenos que se absorven a través de la inhalación. La investigación es parte del proyecto Sens-it-iv, financiado por el Sexto Programa Marco de la UE (6PM). «No administramos sustancias químicas a animales vivos para evaluar el riesgo de padecer alergias; en vez de eso usamos especímenes del tejido pulmonar», explica el Dr. Armin Braun, coordinador del proyecto del ITEM. Este tejido se obtiene normalmente de roedores y se corta en láminas muy finas, las llamadas precision-cut lung slices (PCLS) (o láminas pulmonares cortadas con precisión). Es a estas láminas a las que se aplican las sustancias químicas con las que se van a experimentar. Es en ese momento cuando se examina y se evalúa la reacción del tejido. Al observar con el microscopio secciones enteras del tejido, los investigadores pueden contemplar interacciones potenciales entre las células y el sistema inmunológico, similares a las que se producirían en el cuerpo durante una respuesta inmunológica. Actualmente, el equipo del ITEM está realizando pruebas con sustancias químicas muy conocidas con el fin de pulir la técnica, la cual esperan que, en última instancia, sea utilizada por la industria cosmética, textil y farmacéutica, así como por poderes públicos responsables de la seguridad y la salud en el trabajo. Aunque el método PCLS todavía implica la muerte de los animales, «estas pruebas in-vitro [tubo de ensayo] realizadas en un tubo de cultivo requieren muchos menos animales, tan sólo los suficientes para cultivar el tejido pulmonar», afirman los investigadores. En otras áreas del proyecto Sens-it-iv, socios de veintiocho universidades, centros de investigación, y organizaciones del sector privado y público están intentando desarrollar modelos in-vitro basados en células cutáneas humanas, con el objetivo general de identificar los mecanismos clave de sensibilización mientras se reduce y, finalmente, se abandone la experimentación con animales. Al realizar pruebas para analizar posibles alérgenos al nivel de células pulmonares humanas o células epiteliales cutáneas, células dendríticas y células T, los socios del proyecto también esperan ser capaces de aumentar la precisión al predecir el riesgo que las sustancias químicas suponen para las alergias. Esta investigación, que recibe casi once millones de euros de financiación de la UE, es especialmente importante con vistas a la próxima legislación comunitaria: después de 2009 estará prohibido realizar pruebas de ingredientes cosméticos en animales. Al mismo tiempo, la legislación REACH exigirá que, 12.000 sustancias químicas que ya están en el mercado, se sometan a pruebas de toxicidad.
Países
Alemania