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Científicos europeos expertos en células madre informan de sus progresos

«Las células madre son unas células sorprendentes. Abren unas posibilidades muy importantes en la investigación biomédica», aseguró el profesor Austin Smith, de la Universidad de Cambridge, en un congreso sobre la investigación en torno a las células madre en Europa organizado...

«Las células madre son unas células sorprendentes. Abren unas posibilidades muy importantes en la investigación biomédica», aseguró el profesor Austin Smith, de la Universidad de Cambridge, en un congreso sobre la investigación en torno a las células madre en Europa organizado por el proyecto EuroStemCell, financiado con fondos comunitarios. Entre estas posibilidades está comprender el desarrollo celular y los procesos de enfermedades, efectuar cribados en busca de dianas para fármacos, hacer ensayos de medicamentos y muchas cosas más. «La principal aplicación en el futuro previsible será el cribado y el descubrimiento de fármacos», comentó el profesor Smith. Otra posibilidad emocionante que ofrecen las células madre es el transplante de células madre a pacientes. No obstante, los científicos que desarrollan tales tratamientos afrontan con frecuencia dificultades para conseguir la aprobación de ensayos clínicos. Un buen ejemplo de este problema es la labor realizada por el consorcio de EuroStemCell sobre la distrofia muscular. La distrofia muscular de Duchenne (DMD) es una enfermedad genética que afecta a la formación de los músculos. Quienes la padecen se debilitan de forma paulatina a medida que se atrofia su musculatura; son pocos los pacientes que llegan a los treinta años de edad. Los mesangioblastos son células que se encuentran en nuestros vasos sanguíneos y que son responsables de la reparación muscular. Margaret Buckingham, del Instituto Pasteur de Francia, explicó que los científicos de EuroStemCell habían conseguido extraer estas células de perros Golden Retriever que padecían una enfermedad similar a la distrofia muscular humana. Seguidamente cultivaron las células y las modificaron genéticamente para corregir la mutación que causa la DMD. Inyectaron las células modificadas en el torrente sanguíneo, las cuales llegaron hasta los músculos dañados y los repararon. Las células modificadas genéticamente no contenían el gen de la distrofina completo, razón por la que los mejores resultados se registraron en los perros que habían recibido células madre de donantes sanos. Asimismo, los investigadores han logrado aislar mesangioblastos de humanos y cultivarlos en el laboratorio. Al inyectarlos en ratones que sufrían distrofia muscular, estas células humanas sanas repararon y fortalecieron los músculos dañados de los ratones. Lógicamente, el paso siguiente es probar este tratamiento en humanos. Sin embargo, como señaló Giulio Cossu, del Instituto de Investigación sobre Células Madre de Milán (Italia), los socios del proyecto han encontrado una serie de obstáculos para llevar a cabo estos ensayos. Las organizaciones que financian la investigación se muestran cautas ante la idea de otorgar fondos al primer ensayo de un tratamiento innovador que, de resultar fallido, sería desastroso para este campo de la ciencia. Asimismo, los investigadores se encontraron con la oposición de los profesionales clínicos, acostumbrados a la idea de probar fármacos, pero no células. El profesor Cossu recomendó involucrar a los profesionales clínicos ya en las primeras etapas de la investigación para que vean por sí mismos el efecto del tratamiento en modelos de animales. Por otra parte, es frecuente que las asociaciones de pacientes estén incluso demasiado dispuestas a asumir los riesgos de los tratamientos nuevos. Como señaló un asistente al congreso, sufrir distrofia muscular ya es una tragedia en sí misma para los afectados, al ser mortal en todos los casos y no existir cura. Desde su punto de vista, tienen poco que perder y mucho que ganar. Esto subraya la necesidad de informar bien a las asociaciones de pacientes, que suelen sentir frustración ante las complejas normativas que regulan los ensayos clínicos. La Sociedad Internacional de Investigación con Células Madre (ISSCR) ha creado un «Grupo de trabajo sobre la traslación clínica de las células madre» para abordar estas cuestiones; muchos socios de EuroStemCell participan en sus trabajos. El proyecto EuroStemCell se acerca a su fin y Octavi Quintana Trias, de la Comisión Europea, dio a sus responsables la enhorabuena por los esfuerzos realizados en los últimos cuatro años. «Estamos ante un proyecto de éxito», afirmó, y destacó que el proyecto ha generado unas sesenta publicaciones en revistas de prestigio, ha presentado veinte patentes, ha abarcado una amplia gama de disciplinas y ha implicado a pequeñas y medianas empresas (PYME), así como a investigadores de instituciones académicas. «Esto es lo que quisiéramos de la mayoría de proyectos», señaló el Sr. Quintana Trias.

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