El cambio climático moviliza los contaminantes orgánicos contenidos en los compartimentos terrestres del Ártico
El proyecto financiado con fondos europeos BioPollAr ha estudiado el efecto del cambio climático en la disponibilidad de contaminantes en los ecosistemas y las redes alimentarias del Ártico y la Antártida. Los investigadores europeos e internacionales que participan en este proyecto también han centrado su investigación en el estudio de la presencia de contaminantes emergentes como los ésteres organofosforados (OPE, por sus siglas en inglés) y las sustancias perfluoroalquilas (PFAS) en la biota ártica y antártica y en los ecosistemas terrestres y marinos. El estudio incluyó el análisis de series temporales de COP (heredados, como los policlorobifenilos (PCB)) los plaguicidas organoclorados, los pirorretardantes bromados (BDE) recientemente regulados, los polibromodifeniléteres (PBDE) y los COP emergentes (como los PFAS y los OPES) en más de 1 000 muestras de peces, plancton, agua, suelo, vegetación y de la atmosféra tomadas de 2015 a 2017, junto con muestras archivadas de la biota tomadas anualmente desde la década de los noventa del siglo pasado. Algunos de los resultados encontrados revelaron una correlación positiva, durante las últimas dos décadas, entre la concentración de COP en la trucha alpina («Salvelinus alpinus») de cuatro lagos del Alto Ártico canadiense y las variaciones interanuales de la oscilación del Atlántico Norte (NAO). «Este hecho, junto con el aumento de las temperaturas en el Ártico, podría incrementar las concentraciones de COP en las truchas en las próximas décadas, en particular si existen fuentes secundarias cercanas», señala la doctora Ana Cabrerizo, beneficiaria de una beca de investigación Marie Skłodowska-Curie. Transporte de contaminantes a larga distancia Otro de los resultados principales obtenidos durante el proyecto de la Unión Europea reveló, por primera vez, que el derretimiento del permafrost debido al calentamiento del Ártico está liberando en los sistemas acuáticos una gran cantidad de COP almacenados vinculados con la materia orgánica. «Esto está teniendo una repercusión significativa en los lagos árticos y sus redes alimentarias simplistas», señala la doctora Cabrerizo. Este importante resultado se observó en los lagos de la isla de Melville, en el Alto Ártico canadiense, en el Observatorio de la Cuenca del Ártico del Cabo Bounty (CBAWO, por sus siglas en inglés). El CBAWO es un lugar remoto y deshabitado, a 400 km de la comunidad ártica más cercana y representa un medio ambiente que en gran medida no se ha visto afectado por la actividad humana directa. «Debido a su lejanía y ausencia de actividades antropogénicas, todos los contaminantes que se encuentran en los compartimentos terrestres y de agua dulce se han introducido a través del transporte atmosférico a larga distancia. Por lo tanto, esta zona es de gran valor para los estudios sobre los COP y el cambio climático», explica la doctora Cabrerizo. Los entornos de agua dulce, como los lagos y ríos, y los entornos marinos, son importantes elementos de los ecosistemas de la región del Ártico y proporcionan importantes fuentes de alimentos como la trucha alpina y las focas, así como agua potable. «La alteración de las fuentes de carbono orgánico como el suelo y los sedimentos, debido al calentamiento acelerado que se ha observado en nuestra área de estudio, reducirá la calidad de los alimentos y hará que estén más contaminados, especialmente con PCB y DDT heredados, como ya se ha demostrado en el estudio», advierte la doctora. Identificación de nuevas amenazas Los trabajos realizados sobre contaminantes recientemente regulados, como los BDE y los nuevos OPE y PFAS, proporcionaron una visión novedosa. Los hallazgos del proyecto demostraron que no solo los COP heredados se transportan a los lugares más remotos del mundo, sino que también se están detectando «nuevos» productos químicos en las regiones más prístinas del mundo, cuyos efectos sobre las redes alimentarias polares y los ecosistemas son todavía desconocidos, explica la doctora Cabrerizo, quien también afirma que las políticas internacionales deberían tomar seriamente en cuenta este hecho. Los resultados de BioPollAr apoyarán las políticas nacionales e internacionales de gestión de productos químicos y serán de especial interés para las comunidades inuit locales que viven en el Ártico.
Palabras clave
BioPollAr, Ártico, contaminantes orgánicos persistentes (COP), Antártico, plancton, red alimentaria, lago, ésteres organofosforados (OPE), ecosistema, oscilación del Atlántico Norte (NAO), polibromodifeniléteres (PBDE), trucha alpina, permafrost