Un indicador de frescura intuitivo ayuda a los consumidores a reducir el desperdicio de alimentos
Cada año, más de 89 millones de toneladas de alimentos se desperdician tan solo en la Unión Europea. Dado que un hogar medio europeo genera un 42 % de este desperdicio de alimentos, muchas de las iniciativas que están trabajando para reducir los desperdicios se centran en los consumidores. Una de estas es el proyecto MultiSens (A revolutionary quality indicator platform for the food industry), financiado con fondos europeos, que está desarrollando una plataforma indicadora de calidad revolucionaria para la industria alimentaria. Dado que la mayor parte de los desperdicios de alimentos a nivel de consumidor se atribuyen a que los alimentos se ponen malos, los investigadores de MultiSens están creando una plataforma de envases inteligentes que avise a los consumidores sobre la calidad del contenido. «Aunque ha habido varios intentos de desarrollar un indicador de frescura capaz de controlar la frescura de los productos, ninguna de esas etiquetas inteligentes está pensada para los consumidores», comenta la doctora Isabel M. Pérez de Vargas Sansalvador, coordinadora del proyecto MultiSens y titular de una beca Marie Curie. «Lo que proponemos es un sistema original para determinar la calidad de las carnes envasadas». Un indicador de frescura de fácil uso El indicador de frescura de MultiSens está directamente integrado en el envase de los alimentos, en el que los sensores pueden detectar los niveles de dióxido de carbono (CO2). Según detalla la doctora Pérez de Vargas Sansalvador: «Nuestra investigación ha establecido una correlación entre la frescura y la concentración de CO2. Una variación del nivel de concentración de CO2 durante el período de almacenamiento es un claro indicador de que las bacterias están proliferando en el envase o de que el propio envase ha sido dañado». Los investigadores están probando dos formas distintas de instalar el sensor en el envase. En un prototipo, el indicador de frescura se adhiere a la parte exterior del envase, pero en contacto directo con la atmósfera interior. En el otro, el sensor está directamente imprimido en la película que recubre el envase. Ambos diseños son compatibles con una aplicación para teléfono móvil de fácil uso. «Tan solo tomando una foto del sensor, el consumidor podrá saber inmediatamente cuál es la calidad de la carne, lo que le permitirá tomar una decisión de compra informada. Y, al volver a casa, también se puede utilizar la aplicación para controlar la frescura en todo momento», explica la doctora Pérez de Vargas Sansalvador. Los investigadores trabajan ahora en unos sensores capaces de detectar amoníaco y sulfuro de hidrógeno. Actualmente, los sectores de MultiSens solo están disponibles para productos de cerdo, aunque la arquitectura de los sensores se concibió de forma que pudiera adaptarse para cualquier tipo de alimento envasado. Inspiración para la juventud de Europa Según la doctora Pérez de Vargas Sansalvador, su investigación va más allá de conocer la calidad de la carne envasada: trata de concienciar sobre cómo los ciudadanos pueden ayudar a reducir los desperdicios de alimentos. Conocedora de que la clave para reducir los desperdicios consiste en hacer llegar este mensaje a los jóvenes de hoy, la doctora ha dedicado bastante tiempo a visitar escuelas locales y a hablar sobre su investigación. «Los estudiantes deben conocer la importancia que tiene para nuestro mundo la reducción del desperdicio de alimentos. Si cada persona redujera sus desperdicios, esto tendría una repercusión enorme en el medio ambiente», declara.
Palabras clave
MultiSens, seguridad alimentaria, desperdicios de alimentos