Biorremediación más segura para los suelos contaminados
Los científicos tienen un profundo conocimiento sobre cómo los microbios pueden degradar los hidrocarburos aromáticos policíclicos o HAP de los principales contaminantes del suelo, pero lo que sucede con otros contaminantes, como los HAP oxigenados (oxi-HAP) o los HAP que contienen nitrógeno (N-HAP), a menudo se pasar por alto. Otra incertidumbre es si la acción de los microbios puede acabar incrementando la toxicidad general del suelo con la creación de nuevos productos de transformación. Estos son los motivos por los que las tecnologías actuales de biorremediación todavía no son lo suficientemente eficaces para limpiar los suelos contaminados. El proyecto NETPAC, gestionado por científicos españoles, tiene por objeto identificar las comunidades microbianas pertinentes para estos compuestos aromáticos policíclicos o CAP que se han descuidado y encontrar formas nuevas y más sostenibles de emplearlos para restaurar suelos afectados por HAP. La biorremediación, técnica que implica el uso de organismos para eliminar o neutralizar contaminantes, empezó a utilizarse en la década de los años sesenta del siglo pasado. Ha habido un interés creciente por este método en los últimos años, porque los países europeos buscan formas de limpiar espacios contaminados que sean más respetuosas con el medio ambiente. Sin embargo, en muchos países, la regulación de esta técnica todavía se basa en una lista de dieciséis compuestos elaborada por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos allá en la década de los años setenta del siglo pasado. Contaminantes que se pasan por alto «Cuando una empresa emplea la biorremediación, tiene que comprobar si se ha reducido la concentración en el suelo de los compuestos de la lista, pero no tiene en cuenta otros compuestos», expone Joaquim Vila, profesor de microbiología en la Universidad de Barcelona, España, e investigador principal del proyecto. «Existe una gran variedad de compuestos que desconocemos si la biorremediación está eliminando o no». Muchos de ellos pertenecen a la familia de los CAP. El equipo de NETPAC utilizó la espectroscopia de masas de alta resolución con filtrado de defecto de masa Kendrick para analizar cuatro muestras contaminadas con HAP de distintos lugares. Lograron identificar más de doscientos treinta isómeros de HAP nitrogenados. «Ahora estamos intentando ver si existen bacterias en el suelo que puedan degradar estos N-HAP», declara el Dr. Vila. «Tenemos pruebas de que se pueden degradar y estamos empezando a estudiar qué bacterias pueden hacerlo». La identificación de algunos de estos contaminantes que se pasan por alto es uno de los principales resultados de NETPAC. Otro fue la identificación de un metabolito bacteriano del pireno que interviene en el incremento de la toxicidad del suelo después de la biorremediación. Además, el proyecto tomó en cuenta los agentes responsables de su formación. Pruebas de la acción microbiana El equipo utilizó un método que combina el análisis dirigido por los efectos con la elaboración de perfiles de metabolitos para comparar muestras de suelo contaminado con HAP de una antigua fábrica de gas antes y después del tratamiento. Se descubrió que el suelo tratado contiene un nuevo compuesto tóxico que resultó ser de origen biológico. «Esta es la primera prueba de la implicación directa de un metabolito bacteriano específico en la genotoxicidad del suelo después de la biorremediación», explica el Dr. Vila. Estos hallazgos ponen de manifiesto la necesidad de contar con un régimen más amplio y sólido para gestionar los riesgos del uso de la biorremediación con el fin de limpiar espacios contaminados con HAP. «Hemos demostrado que existen estos compuestos que intervienen en la toxicidad en el suelo que tenemos que tratar, de forma que a partir de ahí hay otros grupos y reguladores que pueden tomar decisiones para ampliar la lista en términos de regulación biológica», concluye el Dr. Vila.
Palabras clave
NETPAC, biorremediación, contaminantes del suelo, HAP, CAP, gestión de riesgos, regulación