La función del sesgo consonántico en el aprendizaje léxico infantil
En el procesamiento del habla y en todos los idiomas del mundo existe un sesgo que favorece las consonantes frente a las vocales. Las consonantes son más adecuadas para el procesamiento léxico, mientras que las vocales son idóneas para los procesos sintácticos. No obstante, no se sabía si esta «división del trabajo» era un atributo exclusivamente humano que influye en la obtención de la sintaxis y el léxico, o resultado de la asimetría contenida en la información recibida. El proyecto SPIDE de Horizonte 2020 aborda este tema y explora los orígenes evolutivos y del desarrollo de la capacidad infantil para asignar funciones concretas a las distintas categorías de sonidos que conforman el habla. Se llevaron a cabo experimentos con niños y ratas para comprobar la hipótesis de que el uso desproporcionado de consonantes en comparación con las vocales no es consecuencia de sus diferencias físicas. También investigaron si desempeña una función relevante en la adquisición inicial del lenguaje y es causa de sesgos más generales compartidos con otras especies. Un sesgo en favor de las consonantes El equipo al cargo empleó técnicas del comportamiento y de obtención de imágenes neuronales para investigar el origen de la asimetría entre consonantes y vocales en la adquisición y evolución del lenguaje. «Nuestros estudios sobre el comportamiento humano mostraron que los niños que aprenden español cambian de un sesgo general por las vocales en palabras que conocen cuando tienen cinco meses para preferir las consonantes a los doce meses», indica el coordinador del proyecto el profesor Juan Manuel Toro y la doctora Camillia Bouchon, beneficiaria de una beca Marie Curie. El uso de seguimiento ocular desveló que los niños más pequeños responden más a pronunciaciones erróneas de vocales que de consonantes. Es más, este patrón se invertía en niños de más edad que respondían en mayor medida a pronunciaciones erróneas de consonantes que de vocales. Un estudio comparativo empleó el mismo estímulo en ratas de laboratorio y demostró una sensibilidad mucho mayor a las pronunciaciones erróneas de vocales que de consonantes. Los resultados apuntan a que existe un periodo de transición que pasa de una estrategia acústica a otra fonética durante el proceso de aprendizaje del lenguaje en niños. «Las vocales parecen más adecuadas para el reconocimiento léxico en niños de cinco años y en una especie no humana, lo que apunta a que la capacidad para centrarse en las consonantes de las palabras podría ser una habilidad específicamente humana», explica el profesor Toro. Desarrollo del lenguaje SPIDE ha ampliado el conocimiento que se posee sobre la adquisición del lenguaje y la evolución de la predisposición humana al lenguaje. De acuerdo con el profesor Toro: «También contribuye a la investigación sobre el desarrollo anómalo del lenguaje, la identificación de los primeros indicios de retrasos en el procesamiento de sonidos del habla en bebés y el modo en que la exposición a más de un idioma puede modificar el uso de las consonantes y las vocales». Además, SPIDE mostró que la capacidad para asignar una función lingüística concreta a las consonantes en las palabras no aparece en animales no humanos como, por ejemplo, las ratas de laboratorio, incluso cuando pueden percibir y categorizar sonidos vocálicos y consonánticos y memorizar formas de palabras. Esto apunta a que esta capacidad es parte de la capacidad singular humana para el lenguaje. Los resultados del proyecto ofrecen a los científicos un conocimiento mayor de los orígenes evolutivos y del desarrollo del sesgo funcional vocal-consonántico. «Nuestros descubrimientos podrían servir de aviso de discapacidades lingüísticas específicas, como la dislexia y otras anomalías relacionadas con el desarrollo del lenguaje, y así contribuir a la creación de terapias adecuadas», concluyen el profesor Toro y la doctora Bouchon.
Palabras clave
SPIDE, lenguaje, consonante, vocal, niño, léxico, sintaxis