Dos mecanismos para evitar una posible crisis de la UEM
ADEMU (A Dynamic Economic and Monetary Union) abarca una amplia gama de temas, por ejemplo, lograr la estabilidad a largo plazo de la Unión Económica y Monetaria (UEM), construir defensas mejores contra los baches económicos y gestionar la interdependencia en la eurozona. En solo tres años, sus equipos de investigación documentaron las debilidades de la UEM y generaron soluciones innovadoras en un momento clave de la historia de la UE. No se puede negar que estos tres años no han sido problemáticos. Se publicó el Informe de los cinco presidentes sobre el plan de la UEM, «Brexit», el corralito en Grecia y el final de su programa de asistencia financiera del Mecanismo Europeo de Estabilidad, así como el auge de los partidos euroescépticos en varios Estados miembros. Estas y otras contramedidas puestas en marcha por la UE ofrecieron un material científico de enorme valor. «Las crisis del siglo XXI han dado toda una lección sobre cómo los factores monetarios, fiscales, financieros y sociales interactúan en sociedades avanzadas heterogéneas, y en el caso de la eurozona, en una unión monetaria. Ponen en entredicho las teorías actuales y ofrecen datos nuevos», explica Ramón Marimon, profesor de economía en el Instituto Universitario Europeo y coordinador de ADEMU. Una parte importante del trabajo del equipo de ADEMU consistió en desentrañar estas interacciones, mientras que los trabajos anteriores se dedicaban bien a estudiar estos factores por separado o no tenían en cuenta la naturaleza interna heterogénea de los factores macroeconómicos. De este modo, el equipo obtuvo un conocimiento más amplio del modo en el que una crisis económica puede convertirse en una recesión socioeconómica y de las causas y efectos de las crisis de deuda soberana. La función de todo ello es contribuir a la creación de políticas y organismos más resilientes. Se espera evitar nuevas crisis gracias a las dos propuestas principales del proyecto, la creación de un Fondo de Estabilidad Europeo (ESF) para la UEM y un Sistema de Seguro de Desempleo Europeo (EUIS) para la zona euro. «Ambas propuestas pueden implementarse en la situación vigente sin necesidad de lograr una mayor convergencia en la UE ni revisar los tratados europeos. Aumentarán el reparto del riesgo y se evitarán transferencias permanentes», explicó el profesor Marimon. El EUIS supera a otros sistemas de desempleo existentes y dota de una mayor cohesión al mercado laboral europeo. Por otro lado, el ESF reconcilia dos puntos de vista opuestos: el que aboga por un mayor reparto de los riesgos en la UE y otro que contempla este reparto como contraproducente a la luz de las políticas fiscales y la supervisión bancaria inadecuadas que generan estos riesgos. Este contrato a largo plazo respaldará la puesta en práctica de políticas fiscales anticíclicas, ayudará a enfrentarse a crisis graves, abordará la deuda adquirida y creará activos seguros para la eurozona. Estas cuestiones son, según el profesor Marimon, los cuatro problemas principales a los que se enfrenta la UEM. «Nuestro trabajo nos permitió identificar la raíz de la secuencia expansión-crisis-recesión», confiesa el profesor Marimon. «El primero surge cuando el crecimiento expansivo tiene una base débil o conduce a desequilibrios importantes. El segundo se aprecia cuanto no se cuenta con políticas fiscales anticíclicas adecuadas. El tercero, la función de las expectativas, puede generar múltiples recesiones y equilibrios socioeconómicos que podrían evitarse si se contase con políticas adecuadas». Básicamente, ADEMU señala varios de los callejones sin salida que obstaculizan el desarrollo de una UEM y pone de manifiesto el modo de superarlos con políticas y diseños institucionales adecuados. Ofrece una vía para la zona euro que debería inspirar a los responsables políticos de la UE durante años.
Palabras clave
ADEMU, crisis económica, UEM, Informe de los cinco presidentes, Fondo de Estabilidad Europeo, Sistema de Seguro de Desempleo Europeo