Tecnología frente al rendimiento deficiente en la enseñanza de ciencias y matemáticas
Al igual que otros proyectos financiados por la UE como SAILS, ASSIST-ME, MASCIL o PRIMAS, el proyecto FASMED (Improving progress for lower achievers through Formative Assessment in Science and Mathematics Education) se planteó como una respuesta directa al informe Rocard publicado en 2007. Este informe destacó las repercusiones económicas y sociales de los malos resultados en la enseñanza de ciencias y matemáticas y recomendó la adopción de una pedagogía basada en la experimentación y la indagación, un método que invita al alumnado a llevar a cabo una autoevaluación, en vez de limitarse a aprender respuestas predefinidas. De forma más específica, FASMED parte de la observación de que los países europeos con mejor rendimiento académico suelen preservar la complejidad de métodos y conceptos al trabajar con los alumnos de peores resultados, en claro contraste con los enfoques más establecidos que consisten en repetir las actividades y descomponer las materias en tareas cada vez menos difíciles. Los socios del proyecto se marcaron como objetivo la elaboración y el desarrollo de recursos, procesos y herramientas tecnológicas con el fin de recurrir a la tecnología para presentar métodos y conceptos complejos e incrementar al mismo tiempo el grado de motivación. El equipo del proyecto también realizó entrevistas y preparó estudios monográficos para recabar datos empíricos sobre los enfoques más eficaces. «Existen pruebas de que algunos docentes recurren a la tecnología para obtener información sobre lo que piensan sus alumnos, así como para brindarles la oportunidad de aprender de sus compañeros. En las entrevistas efectuadas, los estudiantes destacaron que estas prácticas resultan especialmente beneficiosas para que el aprendizaje sea visible para el docente, para ellos mismos y para el resto de compañeros. Recomendamos el uso de la tecnología en las aulas para que el aprendizaje sea visible "al instante" para todo el mundo», comenta la Dra. Jill Clark, coordinadora de FASMED y directora ejecutiva del Research Centre for Learning and Teaching (CflaT) de la Universidad de Newcastle. Según un artículo publicado por el proyecto, entre las ventajas que conlleva el uso de la tecnología cabe destacar un mayor grado de inmersión, un respaldo para los hábitos mentales positivos, la retroalimentación inmediata y privada y las oportunidades para el aprendizaje independiente y cooperativo, junto con la recopilación de los resultados de los estudiantes para analizarlos con posterioridad. Por lo que respecta a los tipos de tecnología seleccionables, los estudios monográficos del proyecto mostraron que la mayoría de los docentes se decantaban por herramientas accesibles y fáciles de usar en el aula. El equipo descubrió que la introducción de tecnologías innovadoras para crear un entorno digital entre estudiantes, compañeros y docentes puede contribuir en gran medida a que los profesores lleven a cabo interpretaciones formativas más oportunas. «Recomendamos el uso de estas tecnologías en las aulas para mejorar aún más las "evaluaciones formativas"», aduce la Dra. Clark. Otras recomendaciones derivadas del proyecto son invertir en creación de redes, sistemas inalámbricos y soporte técnico, así como configurar las responsabilidades escolares para ofrecer tiempo y espacio a aquellos profesores que deseen planificar e integrar sus ideas en su práctica docente. Herramientas y recursos para docentes Aparte de las observaciones y recomendaciones correspondientes, dos de los resultados principales de FASMED son un conjunto de herramientas para docentes y formadores de docentes y un recurso de desarrollo profesional (DP). El conjunto de herramientas, disponible en la página web del proyecto con contenidos en seis idiomas, incluye una recopilación de materiales pedagógicos para el aula elaborados por los socios de FASMED que abarcan tres categorías principales: matemáticas, ciencias y gráficas de tiempo y distancia. «La estructura del conjunto de herramientas se lo pone muy fácil a los docentes para hacerse una primera idea de las distintas herramientas que incluye y decidir las guías docentes que les gustaría descargarse», explica la Dra. Clark. Las guías docentes describen actividades para el aula dentro de una lección o una serie de lecciones, aportan nuevas perspectivas sobre contenidos matemáticos o científicos y destacan distintos aspectos de la evaluación formativa y la tecnología empleada. Los docentes pueden aportar su experiencia y adaptar las herramientas de FASMED a su propio contexto, a la capacidad de sus alumnos y a las tecnologías disponibles. Por otra parte, el paquete de DP preparado por FASMED refleja el abanico de posibilidades contempladas por los socios del proyecto al trabajar con profesores en sus países, por lo que ofrece ejemplos que pueden resultar útiles a docentes y formadores de docentes. Entre ellos, cabe destacar un grupo de seis módulos de DP diseñados para ayudar a los docentes a utilizar en sus aulas las tecnologías y la evaluación formativa con mayor eficacia, así como un apartado teórico sobre principios para un buen DP y una sección práctica sobre distintas vías para organizar el DP. «La idea de este apartado es que resulte útil a quienes organizan el desarrollo profesional de profesores de ciencias y matemáticas, pero también lo pueden utilizar profesores individuales o a la hora de trabajar con otros profesores», señala la Dra. Clark. «Es una incógnita saber en qué medida utilizarán o valorarán los docentes una página web que incorpore este recurso. En estos momentos, estamos dedicándonos a la difusión del conjunto de herramientas entre docentes y formadores de docentes y, a lo largo de este proceso, esperamos recibir información valiosa sobre el uso de los recursos».
Palabras clave
FASMED, ciencia, matemáticas, informe Rocard, pedagogía basada en la experimentación, alumno con malos resultados, tecnología, aula, conjunto de herramientas, docente, desarrollo profesional